Eficacia de la ivermectina en el control de Strongyloides stercoralis en perros de refugio

En perros, la información sobre tratamientos contra la infección por S. stercoralis es rara y anecdótica. El objetivo de este trabajo fue evaluar la respuesta al tratamiento de la infección natural por S. stercoralis en perros de refugios. Además, por el riesgo potencial de infección, también fueron examinadas las personas que trabajaban en el refugio infectado. A 17 perros con resultado positivo a S. stercoralis, mediante la prueba de Baermann, se les trató con ivermectina 200 μg / kg / sid / per os durante dos días consecutivos. Sólo dos perros mostraron signos clínicos sugestivos de strongiloidiasis (diarrea, pérdida de peso) en el momento del diagnóstico. Todos los perros tuvieron resultados negativos para S. stercoralis de forma consistente en el control semanal después del tratamiento utilizando microscopía directa y la prueba de Baermann. La PCR en tiempo real confirmó los resultados negativos en el último seguimiento, realizado 2 meses después del tratamiento. La medición de anticuerpos realizada en el primer diagnóstico mostró que el 82% y el 41% de los perros fueron positivos para S. stercoralis utilizando IFI (títulos que varían de 1:40 a 1: 320) y ELISA, respectivamente. Dos meses después del tratamiento, los títulos de IFI se redujeron de forma drástica en todos los animales. Los resultados de las pruebas de laboratorio que estaban en rangos patológicos en el momento del diagnóstico en los perros positivos se normalizaron a los rangos normales, a excepción de los dos perros sintomáticos. En 2 de los 14 trabajadores del refugio se detectaron anticuerpos mediante IFI, siendo positivos con títulos 1:20 y 1:40 para S. stercoralis. Los resultados de este estudio confirman que la ivermectina supone una opción de tratamiento eficaz para controlar la infección por S. stercoralis en perros. Los trabajadores de los refugios están en riesgo de infección con S. stercoralis, por lo que la aplicación de protocolos correctos de desparasitación para reducir la carga larvaria infectiva ambiental es esencial para proteger a los perros y, probablemente, también a los trabajadores del riesgo de infección.