Efectos de una feromona facial sobre el comportamiento de los gatos
Los problemas de comportamiento de los gatos en las consultas veterinarias muchas veces disuaden a los propietarios de buscar ayuda y dificultan la realización de las pruebas clínicas. De hecho, si el gato se estresa demasiado, puede alterar los resultados del examen físico y las pruebas de laboratorio, lo que conduce a diagnósticos incorrectos. Conjugar las técnicas de control comportamental con el uso de feromonas permite un manejo más respetuoso y compasivo del paciente, facilitando a su vez el trabajo veterinario.
El mecanismo de acción de las feromonas felinas
Los gatos emiten feromonas a través de glándulas especializadas que se encuentran en distintas zonas de su cuerpo. Estas cumplen diferentes funciones, desde sexuales y de apaciguamiento hasta territoriales y de marcaje.
Los gatos perciben esas feromonas mediante el olfato, específicamente a través del órgano vomeronasal. Cuando inhalan aire levantando el labio superior y manteniendo la boca ligeramente abierta, lo dirigen hasta el órgano vomeronasal para detectar esas señales, lo cual se conoce como respuesta de flehmen.
El órgano vomeronasal está inervado por tres nervios con conexiones al sistema límbico, la zona del cerebro que regula las emociones, el estado de ánimo y la memoria. Como resultado, cuando los gatos detectan feromonas en el ambiente muestran una actividad en el sistema límbico y el hipotálamo que desencadena una serie de cambios fisiológicos y comportamentales.
Efecto calmante de la feromona facial sintética en los gatos
A nivel de laboratorio se han sintetizado feromonas faciales similares a la feromona F3 (la que los gatos dejan sobre los objetos familiares para marcar su territorio y sentirse tranquilos) y F4 (la que depositan sobre otros gatos y especies para marcarlos como “seguros”). Estas feromonas se utilizan en el manejo de los problemas comportamentales en el gato ya que contribuyen a disminuir el nivel de estrés y tranquilizar al animal.
De hecho, las directrices para el manejo amigable de felinos de la Asociación Americana de Médicos Veterinarios1 recomiendan considerar el uso de un análogo de feromona facial felina sintética ya que esta “puede tener efectos calmantes en entornos estresantes, reduciendo la ansiedad, el miedo y la agresión”.
Un estudio realizado en la Universidad de Cornell2 con 77 gatos también concluyó que “la feromona facial sintética (FFS) felina ayuda a calmar a los gatos en entornos desconocidos”. Los investigadores compararon los efectos de la FFS por sí sola, en combinación con acepromazina, un fármaco con acción sedante, y con un placebo. Apreciaron que los gatos sometidos a la combinación de FFS y acepromazina estaban más tranquilos y adoptaron una postura más relajada, de manera que fue posible cateterizar las venas, aunque las dificultades del procedimiento no se redujeron significativamente.
Feromona facial sintética para estimular el interés por el alimento en gatos enfermos
Uno de los principales problemas, sobre todo en los gatos enfermos y hospitalizados, es la inapetencia, la cual puede afectar a su recuperación. Sin embargo, un estudio realizado en la Universidad Estatal de Ohio3 concluyó que “la exposición a FFS puede ser útil para aumentar la ingesta de alimentos de los gatos hospitalizados”.
Los investigadores evaluaron los efectos de la feromona facial sintética felina en el comportamiento y el consumo de alimentos de 7 gatos sanos y 13 hospitalizados enfermos, analizando la ingesta de alimentos durante 24 horas. Descubrieron que, en comparación con los gatos expuestos al placebo (una solución de etanol al 70 %), aquellos que se expusieron a la FFS mostraban diferencias positivas en su comportamiento y un mayor interés por la comida. De hecho, estos gatos ingirieron una mayor cantidad de alimentos, sobre todo cuando se les permitía el acceso al transportín. Además, no se apreciaron diferencias en el comportamiento de los gatos sanos y enfermos.
Sin embargo, un metaanálisis publicado en la Veterinary Nursing Journal4 recomienda no confiar únicamente en las feromonas ya que, por sí solas, no pueden eliminar el problema, por lo que se deben utilizar como una herramienta terapéutica más.
En los casos de hospitalizaciones, para satisfacer las necesidades de control ambiental de los pacientes, lo ideal es proporcionar espacios de relevancia etológica, con enriquecimiento ambiental, lo cual incluye desde la alimentación hasta la estimulación sensorial, el ejercicio y las interacciones sociales. Un entorno enriquecido y adaptado a las características de cada paciente ayuda a aliviar la ansiedad y fomenta la seguridad.