Dieta BARF en perros: ¿qué peligros esconde?
Hace ya bastantes años que la dieta BARF está presente en la alimentación de perros. Aunque su popularidad ha ido creciendo con los años, actualmente existe bastante confusión sobre cómo puede afectar a su salud. En este artículo se tratarán tanto los aspectos negativos como las posibles ventajas de esta dieta en el caso de los perros.
¿Qué es la dieta BARF en perros?
La dieta BARF, del inglés Biologically Appropriate Raw Food (comida cruda biológicamente apropiada) o también Bones And Raw Food (huesos y comida cruda), se centra en ofrecer una alimentación lo más parecida a la que han tenido históricamente cánidos en el pasado, argumentando que es a la que mejor adaptados deberían estar.
Este tipo de dieta consiste básicamente en una mezcla de carne, órganos, huesos y vegetales, todos estos sin cocinar, crudos. Las proporciones suelen moverse alrededor de 30-50% de carne muscular, 10-30% de huesos carnosos, 10-30% de órganos y 5-10% de vegetales y frutas. A veces se puede suplementar con vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, probióticos y algunos nutracéuticos.
Posibles beneficios de una dieta BARF
Los potenciales beneficios asociados con esta dieta son la mejora de la respuesta inmune, la piel y el pelo, la salud oral y la composición corporal del gato. La simplicidad de su composición y la alta digestibilidad de sus componentes reducen la probabilidad de reacciones alérgicas. Por otro lado, al estar basada en carne y órganos, el contenido proteico es muy elevado, lo que podría ayudar al control de la saciedad y el mantenimiento de la masa muscular. No obstante, estos no son beneficios exclusivos de la dieta BARF. Finalmente, por su bajo contenido en carbohidratos y el efecto de la masticación, podrían ayudar en el mantenimiento de la salud oral y la regulación glucémica, especialmente en diabetes.
La mayoría de estos beneficios carecen de evidencia científica que los respalde de forma consistente, y muchas veces están basadas en opiniones, casos concretos o un número muy limitado de estudios, especialmente en gatos.
Riesgos y peligros que conlleva la dieta BARF
1. Desequilibrios nutricionales
La dieta BARF, así como otras dietas preparadas a mano, también corren el riesgo de provocar desequilibrios nutricionales, especialmente cuando no han sido supervisadas por nutricionistas veterinarios y/o cuando no se es riguroso con las cantidades y control de ingredientes. Las dietas BARF suelen ser propensas a tener desbalances de calcio/fósforo y deficiencias/toxicidades en ciertas vitaminas, como deficiencia en vitamina E o hipervitaminosis A. Además, la poca cantidad de fibra y el consumo de huesos puede generar estreñimiento.
2. Riesgo de infección e infestación
Otro hecho preocupante de esta dieta es el riesgo de infección e infestación por patógenos y parásitos, especialmente cuando no hay un manejo adecuado y cuando los gatos no tienen un sistema inmune competente.
Frecuentemente, la carne y productos animales crudos llevan cantidades importantes de patógenos o potencialmente patógenos, como podrían ser E. coli, Salmonella, Listeria, Toxoplasma o Sarcocystis. A pesar de que los alimentos secos y comida húmeda también puedan llevar carne y productos animales, el tratamiento térmico elimina la mayoría de estas amenazas.
Además del riesgo que estas posibles contaminaciones pueden representar para los perros, las personas convivientes también pueden verse afectadas mediante el lamido o el contacto con superficies en contacto con las heces del perro o la comida cruda. Esto es debido a que los patógenos pueden quedar temporalmente en la boca o ser excretados por las heces, y es de especial importancia en personas inmunocomprometidas, gente mayor, mujeres embarazadas o niños pequeños.
3. Los huesos: un peligro
Otras preocupaciones con estas dietas, aunque infrecuentes, son los posibles riesgos asociados al consumo de huesos como fracturas de dientes o perforaciones en el tracto gastrointestinal.
4. Componentes antinutritivos
También hay que considerar los posibles componentes antinutritivos de algunos ingredientes crudos, como la avidina del huevo o las tiaminasas del pescado.
5. Toxicidad
Además, existe el riesgo de sufrir toxicidades por, por ejemplo, consumir tejido tiroideo presente en carne cruda del cuello/cabeza que pueda provocar tirotoxicosis, aunque aún no existen casos reportados.
Una última consideración, es que la dieta BARF no es recomendable para perros que sufren enfermedad renal crónica, debido al alto contenido de proteína y fósforo.
Qué debo hacer si pese a estas desventajas quiero dar una dieta BARF y minimizar riesgos
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Hay que asegurar que la carne ha sido adecuadamente congelada a -20ºC durante al menos 3 días, para neutralizar buena parte de los parásitos. Además, mantener la cadena del frío, evitando que la carne se descongele y recongele, ya que esto puede incrementar la cantidad de patógenos presentes y deteriorar la calidad del producto.
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Es importante, además, extremar las medidas de higiene: lavado de manos, limpieza de superficies en contacto con la carne y almacenaje protegido de la carne.
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Evitar huesos que sean demasiado grandes,. Los huesos de conejo o pollo podrían ser adecuados, aunque habría que supervisar que no ingieran grandes pedazos. Hay que tener especialmente cuidado con huesos de ave y huesos cocidos, ya que son más fáciles de romper/astillar.
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Es vital que la dieta sea pautada por un nutricionista veterinario para asegurar que no haya riesgos nutricionales, y ser riguroso con sus recomendaciones. Una alternativa a la dieta BARF casera es la comida preparada balanceada, como la freeze-dried, asegurando un equilibrio nutricional y un mejor control de patógenos.
Conclusión
Aunque hay poca evidencia al respecto, la dieta BARF promete una serie de beneficios relacionados con la salud de los perros. Asimismo, presenta ciertos riesgos importantes asociados con el equilibrio nutricional y la presencia de patógenos. Existen alternativas muy parecidas, preparadas por profesionales, que limitan gran parte de los riesgos de estas dietas.
Preguntas
¿Es recomendable ofrecer una dieta BARF?
La dieta BARF puede ser una opción saludable siempre y cuando se respeten las consideraciones mencionadas en el artículo. Como puntos negativos su preparación y el manejo de la comida cruda requiere tiempo y, además, los ingredientes y el asesoramiento nutricional pueden tener un coste económico elevado. Existen opciones comercializadas en el mercado parecidas, que solventan la mayoría de los problemas asociados con estas dietas.
¿Qué efectos puede tener la dieta BARF?
Este tipo de dieta podría tener efectos positivos, como una mejora en la salud oral, composición corporal o digestibilidad, aunque no hay muchos estudios al respecto que lo demuestren científicamente. Aun así, estos beneficios se pueden lograr con otras fórmulas y preparaciones. Es importante además tener en cuenta los posibles peligros, desde deficiencias y toxicosis nutricionales hasta infecciones e infestaciones alimentarias.
¿Qué riesgos supone la dieta BARF?
Básicamente, resumiendo lo comentado previamente, los problemas más importantes que podemos encontramos al alimentar con una dieta BARF son:
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Desequilibrios nutricionales.
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Riesgo de infección e infestación.
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Fracturas de dientes o perforaciones por huesos.
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Ingesta de componentes antinutritivos.
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Toxicidad.
Bibliografía
Billinghurst, I. (2001). The Barf Diet: Raw Feeding for Dogs & Cats Using Evolutionary Principles. Warrigal Publishing.
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