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    Diarrea en cachorros: Concentraciones de tiroxina y cortisol como predictores de mortalidad

    La diarrea es una de las alteraciones gastrointestinales más comunes en los cachorros. Suele cursar sin complicaciones y en el transcurso de dos o tres días desaparece, pero en algunos casos puede ser síntoma de un problema mayor, como el parvovirus. El pronóstico dependerá básicamente de las condiciones físicas del animal y de cuán avanzada esté la enfermedad. En este sentido, las concentraciones de tiroxina y cortisol pueden convertirse en predictores del pronóstico.

    La diarrea es la causa de aproximadamente el 30 % de las visitas de los cachorros al veterinario. Se trata de un trastorno gastrointestinal en el que las evacuaciones se vuelven más blandas o líquidas de lo habitual y, usualmente, aumentan su frecuencia y volumen. Generalmente la diarrea se presenta de forma aguda y obedece a una mala digestión, un cambio repentino en la dieta o la ingestión de un alimento inusual.

    Sin embargo, en ocasiones la diarrea en cachorros es un síntoma de un problema mayor. Existen algunos parásitos como la Giardia y la Toxascaris, enfermedades bacterianas como las provocadas por la Escherichia coli y la Salmonella y víricas como las causadas por el adenovirus o el parvovirus que pueden cursar con diarrea. En estos casos, se trata de una diarrea crónica que puede poner en riesgo la salud si no se trata a tiempo.

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    Diagnóstico de la diarrea en cachorros

    La diarrea aguda se puede distinguir de la crónica por la ausencia de cambios de coloración de las heces del animal. Estas heces tampoco presentan mucosidades ni sangre, aunque en ocasiones pueden aparecer restos de sangre debido a una lesión anal provocada durante la defecación. En cualquier caso, el cachorro no manifiesta urgencia por defecar, aunque suele hacerlo entre una y tres veces al día.

    En cambio, una de las características distintivas de la diarrea crónica es su coloración oscura debido a la aparición de mucosidades o sangre en las heces. Esto provoca que adquiera una tonalidad marrón oscuro, a veces casi negro, o en su defecto un color verdoso como consecuencia de las mucosidades. En estos casos, el animal tiene a manifestar urgencia por defecar, lo cual hace entre tres y cinco veces al día, a veces más.

    En ambos casos, es importante que el veterinario haga una anamnesis detallada para obtener toda la información posible sobre el animal. Es fundamental determinar cuándo comenzó la diarrea, así como conocer sus hábitos de vida, si experimentó algún cambio en los días anteriores o ha podido ingerir algún alimento inusual o en mal estado. También se debe explorar el resto de síntomas ya que en muchos casos la diarrea suele cursar con vómitos e indagar sobre el estado de ánimo del animal y su apetito. Una exploración física puede arrojar además mucha información sobre su estado actual.

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    Si se sospecha que puede tratarse de una diarrea crónica, se deben realizar las pruebas complementarias oportunas, desde los exámenes básicos como el análisis de heces y de sangre, hasta una radiografía o ecografía si se piensa en una obstrucción y una endoscopia para descartar otros trastornos gastrointestinales. Cuando se sospecha que la causa de la diarrea puede ser una enfermedad más seria, como el moquillo canino o parvovirus, es preciso realizar exámenes más específicos para diagnosticar dichos trastornos.

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    Curso y pronóstico: Concentraciones de tiroxina y cortisol

    La diarrea aguda en cachorros suele desaparecer en el curso de uno o dos días, si no se presentan otras complicaciones, aunque en la mayoría de los casos tiene un pronóstico favorable. Por su parte, el pronóstico de la diarrea crónica en cachorros dependerá de su causa y del momento en que se empiece el tratamiento.

    En este sentido, las concentraciones de tiroxina, la hormona producida por la tiroides, y el cortisol, la hormona que produce la glándula suprarrenal, relacionadas a menudo con la enfermedad de Cushing y el hipotiroidismo canino, se pueden convertir en indicadores del pronóstico de la diarrea en cachorros. Un estudio 1  realizado en la Universidad de Pretoria en 57 cachorros con diarrea causada por parvovirus y 17 cachorros sin la alteración analizó sus concentraciones séricas y basales de cortisol y tiroxina al ingreso de los animales y cada día hasta su muerte, eutanasia o alta.

    El tiempo de ingreso promedio de los cachorros fue de 3 días. El día del ingreso, la concentración sérica de cortisol media en los cachorros con diarrea por parvovirus (248 nmol/L) fue significativamente mayor que en los perros del grupo control (77 nmol/L). La concentración sérica de cortisol medida en el segundo y tercer día también fue muy superior en los cachorros que no sobrevivieron en comparación con los que fueron dados de alta.

    En cambio, el día del ingreso, la concentración sérica de tiroxina media de los perros con diarrea por parvovirus fue significativamente menor (8,12 nmol/L) que en los canes del grupo control (35 nmol/L), lo cual se repitió al segundo y tercer día, cuando la concentración sérica de tiroxina media en los perros que no sobrevivieron se mantuvo en niveles más bajos (4,4 nmol/L) que en los canes que recibieron el alta (9,2 nmol/L).

    Esto demuestra que las concentraciones séricas elevadas de cortisol y bajas de tiroxina están relacionadas con un mayor riesgo de mortalidad en los perros con diarrea por parvovirus, por lo que podrían convertirse en un predictor del pronóstico del animal.

    Estos resultados fueron corroborados por otra investigación 2 realizada posteriormente en la misma universidad en la que se encontró que la hipotiroxinemia, una alteración caracterizada por los bajos niveles de tiroxina en sangre, es también un predictor del diagnóstico y pronóstico de la enteritis en los cachorros con parvovirus.

    ¿Cómo tratar la diarrea en cachorros?

    Ante un caso de diarrea aguda el tratamiento de elección es el control de la dieta del animal. Durante al menos 24 horas se recomienda dejar en reposo el tracto intestinal cesando el consumo de alimentos y administrando solamente agua. Una vez que la diarrea empiece a remitir, se pueden introducir alimentos de fácil digestión y bajos en grasa en pequeñas cantidades varias veces al día, pero sin forzar la ingesta. Una dieta adecuada puede ser Advance Veterinary Diets Gastroenteric, con ingredientes altamente digeribles y baja en grasas. Si el cachorro responde bien a estos alimentos, se reintroducirá paulatinamente su dieta anterior a lo largo de dos o tres días.

    En los casos de diarrea crónica, además del tratamiento anterior, es importante tratar la causa que provoca la alteración. Si se trata de una enfermedad parasitaria o bacteriana se podrá recurrir al metronidazol, mientras que si la causa se debe a la ingestión de un cuerpo extraño o a vólvulos, será necesario recurrir a una cirugía para eliminar el problema.

    Ante una diarrea crónica grave, como las provocadas por enfermedades víricas como el parvovirus, es importante restablecer los electrolitos del cuerpo para evitar la deshidratación del animal. En estos casos, es necesario recurrir a la administración de fluidos para proteger el tracto intestinal y complementar las pérdidas de potasio y glucosa.

    1Schoeman, J. et. Al. (2007) Serum cortisol and thyroxine concentrations as predictors of death in critically ill puppies with parvoviral diarrhea. Journal of the American Veterinary Medical Association; 231(10): 1534-1539.

    2Schoeman, J. et. Al. (2013) Biomarkers in canine parvovirus enteritis. New Zealand Veterinary Journal; 61(4):217-222.

     

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