Determinación de la presión arterial en perros
Introducción
La determinación de la presión arterial en perros se ha convertido en un procedimiento cada vez más empleado por los clínicos en sus consultas. Sin embargo, no se puede olvidar que se trata de una técnica que, tanto en el perro como en el gato, presenta importantes limitaciones.
Por ello, y para poder interpretar correctamente los resultados obtenidos, es necesario conocer sus indicaciones y requerimientos técnicos, así como seguir un protocolo estandarizado.1
Indicaciones para determinar la presión arterial en el perro
Actualmente la indicación más frecuente para medir la presión arterial en perros que acuden a las consultas veterinarias es:
- la presencia de signos asociados con daño en los “órganos diana” de la hipertensión arterial sistémica (HAS),
- o bien o la existencia de enfermedades sistémicas (enfermedades renales; especialmente las glomerulares, hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus y feocromocitoma) que son causa reconocida de HAS.1-3
Como estas enfermedades afectan principalmente a perros de edad avanzada, también se recomienda medir la presión arterial anualmente en perros a partir de los 9 años de edad. No se recomienda la determinación rutinaria de la presión arterial en poblaciones de perros jóvenes sanos.1
Por otra parte, la presión arterial debería medirse en aquellos pacientes en los que pueda existir sospecha de hipotensión; es decir, perros con signos de bajo gasto cardiaco (pulso débil, extremidades frías), shock, pérdida de sangre o signos de obnubilación,2 así como en perros que estén en tratamiento con fármacos que modifiquen la presión arterial.
Por último, la medida de la presión arterial debería formar parte de la monitorización habitual en perros sometidos a intervenciones quirúrgicas.
Procedimientos de medida de la presión arterial
En condiciones idóneas. la presión arterial debería medirse usando un equipamiento validado para la especie en cuestión en la situación en la que se va a usar (no es lo mismo medir la presión arterial en un perro consciente que en uno anestesiado). Sin embargo, ninguno de los equipos comercializados en la actualidad para ser usados en condiciones clínicas en perros y gatos ha demostrado cumplir los requisitos propuestos por el ACVIM.1,3 Aún así, se desaconseja totalmente el uso de equipos diseñados para ser usados en personas.3
Métodos de medición de la presión arterial
La presión arterial en el perro puede medirse mediante métodos:
- Directos (cateterización de una arteria periférica),
- Indirectos (Doppler, oscilometría y oscilometría de alta definición).
Método directo
El método directo se considera el gold standard para medir la presión arterial. Si bien es un método aplicable en pacientes anestesiados, no lo es para ser usado en animales que se ven en consulta.1,3
Métodos indirectos
Por el contrario, los métodos indirectos son aplicables a pacientes que acuden a consulta, pero diversos estudios realizados han mostrado frecuentes discrepancias en el establecimiento de rangos de referencia en función de distintas variables (método de medida, posición del paciente y del manguito, uso o no sedación, etc).1 Por todo ello es muy importante usar siempre el mismo equipamiento, siguiendo un protocolo de medida adecuado (Tabla 1). Aún así, la interpretación de los resultados debe ser cautelosa.1
- El método oscilométrico es un método automático en el que se obtiene información sobre la presión arterial sistólica (PAS), diastólica (PAD), media (PAM) y frecuencia de pulso. Se ha reportado que estos equipos tienen tendencia a infraestimar las lecturas de presión arterial en perros sanos y se cree que los valores de PAD son menos fiables que los de sistólica.3 Se considera un método más preciso en el perro que en el gato.
- El método oscilométrico de alta definición permite obtener esos mismos datos, pero teóricamente proporciona una información más fiable que la oscilometría tradicional en un rango de presiones arteriales más amplio.1,3 Sin embargo, no todos los autores se muestran convencidos de sus ventajas.2
- El método Doppler ha sido históricamente el más usado para evaluar la presión arterial, tanto en el ámbito clínico como en investigación.3 Es técnicamente más complejo de usar, porque es el operador el que obtiene de modo manual el valor de la presión arterial. Esto le confiere un grado de subjetividad mayor en la interpretación de los resultados.1,3 Además, tan solo permite estimar con cierta fiabilidad la PAS, aunque algunos operadores experimentados parecen medir también la PAD.2,3 A pesar de todas estas limitaciones, se considera el método de elección en gatos y perros de tamaño muy pequeño, pero puede usarse en perros de cualquier tamaño.
Interpretación de los resultados
Los múltiples factores que pueden afectar a los valores de presión arterial hacen muy difícil establecer unos rangos de normalidad para toda la población canina.1
- En cualquier caso la hipotensión sistémica se ha definido como una PAS < 80 mm Hg o una PAM < 60 mm Hg, considerándose hipotensión severa si < 45 mmHg.4
- Por lo que a la HAS se refiere, la tendencia es clasificar a los animales en función del riesgo de presentar daño hipertensivo en los órganos diana. En este sentido se establecen las siguientes categorías:1-3
- Normotensión (riesgo mínimo de repercusiones hipertensivas): PAS < 140 mm Hg
- Prehipertensión (riesgo bajo): 140 ≤ PAS ≥ 159 mm Hg
- Hipertensión (riesgo moderado): 160 ≤ PAS ≥ 179 mm Hg
- Hipertensión severa (riesgo alto): PAS ≥ 180 mm Hg
En perros que muestran de modo consistente lecturas de presión arterial anormalmente elevadas los resultados pueden interpretarse como:
- a) Hipertensión situacional (consecuencia de alteraciones en el sistema nervioso autónomo por nerviosismo/ansiedad del paciente).
- b) Hipertensión secundaria (causada por una enfermedad primaria, fármacos o tóxicos).
- c) Hipertensión primaria (sin causa conocida tras protocolo de investigación adecuado).1 La HAS secundaria es la forma más frecuente de HAS en el perro.
En presencia de repercusiones de HAS, una única sesión de medida se considera suficiente para establecer el diagnóstico, mientras que en pacientes que no presentan lesiones hipertensivas, pero padecen una enfermedad que es causa reconocida de HAS se recomiendan al menos 2 sesiones en 7-14 días para establecer el diagnóstico. Por último, en pacientes con sospecha de hipertensión idiopática se recomiendan un mínimo de 3 sesiones.3
Conclusiones
Uno de los dilemas a los que se tiene que enfrentar el clínico que quiere empezar a medir la presión arterial en perros es que método usar. En opinión del autor, lo ideal sería disponer de 2 equipos distintos para usar en consulta; un HDO y un Doppler. Sin embargo, esa inversión puede resultar excesiva para muchas consultas pequeñas; por ello, si se trata de elegir un equipo que pueda ser usado tanto en consulta como en monitorización anestésica, en perros de cualquier tamaño y que al mismo tiempo pueda ser también empleado en gatos, el equipo más recomendable sería el Doppler.