Carcinoma de células escamosas en perro: diagnóstico y manejo
El carcinoma de células escamosas es un tumor epitelial, que en el perro tiene predisposición para asentarse en la cavidad oral (44,9%) y piel (44,9%), principalmente a nivel digital o subungueal. Otras localizaciones menos frecuentes incluyen mama, cavidad nasal, pulmones, vejiga de la orina o sacos anales.3,4
Este tumor representa el 3,9-10,4% de todos los tumores cutáneos del perro dependiendo de localización geográfica evaluada y de la exposición a la radiación ultravioleta de los pacientes investigados.3,4
Se considera un tumor localmente invasivo, en el que, en función de la localización, la afectación ósea es frecuente. La capacidad metastásica del carcinoma de células escamosas en perro es variable y depende de la localización del tumor. Se considera que los cutáneos raramente metastatizan (2-5% de los casos), mientras que los que asientan en la cavidad oral lo hacen en el 20% de los casos si son no-tonsilares y en un 60% cuando afectan a las tonsilas.3, 5 La edad media de presentación de esta neoplasia en pacientes caninos es de 8,3-9,1 años y las razas Dálmata, Bóxer, Bull Terrier, Beagle, Pointer y Basset Hound parecen están sobrerrepresentadas.3
Etiopatogenia
La etiopatogenia del carcinoma de células escamosas en perro no se conoce completamente, pero se han implicado diversos factores. Se ha descrito una relación entre la exposición a la radiación ultravioleta y esta neoplasia, si bien esa relación no se ha estudiado tanto como en la especie felina. Por otra parte, y aunque no es frecuente, algunas lesiones causadas por el papilomavirus canino podrían derivar en carcinoma de células escamosas. Además, una serie de factores genéticos podrían también influenciar el desarrollo de este tipo de tumor.2
Cuadro clínico
Los signos clínicos del carcinoma de células escamosas en perro son muy variables y dependerán entre otras cosas de la localización de la neoplasia.
El carcinoma in situ (que es mucho menos frecuente que en gato) se manifiesta como erosiones proliferativas epidérmicas o bien como placas costrosas que en ocasiones pueden ser dolorosas. Los carcinomas de células escamosas cutáneos suelen presentarse como crecimientos en forma de placa, papilares, crateriformes o fungiformes, que pueden aparecer eritematosos, ulcerados o cubiertos con costras.2
Por lo que a los de localización tonsilar se refiere, los signos más frecuentes son tos, linfadenomegalia y disfagia. Letargia y anorexia se describen con menor frecuencia, pero se asocian a un peor pronóstico.6
Diagnóstico
Como en otras neoplasias el diagnóstico se sustenta en los resultados de la histopatología; y es importante diferenciar entre los diferentes subtipos morfológicos por su significación pronóstica.
Tradicionalmente en los carcinomas orales solo se diferenciaba entre tonsilar y no tonsilar. Sin embargo, en los últimos años se han establecido distintos subtipos dentro de los carcinomas de células escamosas no tonsilares: basaloide, papilar, fusiforme, adenoescamoso y el carcinoma de células escamosas convencional. A su vez, este último, y en función de su grado de diferenciación se ha dividido en bien diferenciado, moderadamente diferenciado o pobremente diferenciado, o grados 1, 2, 3, respectivamente.
La aplicación de técnicas inmunohistoquímicas tras los resultados de la histopatología tradicional permite la diferenciación de algunas de estas neoplasias y por tanto una mayor precisión diagnóstica .7
Tratamiento del carcinoma de células escamosas en perro
El tratamiento estándar del carcinoma de células escamosas incluye cirugía (que suele ser muy efectiva si se consiguen márgenes limpios), radioterapia y quimioterapia sistémica. La electroquimioterapia ha sido propuesta recientemente como una opción terapéutica valida, sobre todo en carcinomas de células escamosas no tonsilares de pequeño tamaño (< 1-2 cm).5 El tratamiento multimodal parece apropiado sobre todo en pacientes en los que se prevén metástasis y/o recidivas locales.6
Pronóstico
El pronóstico es muy variable y depende principalmente de las características del tumor (localización y potencial metastásico) y de la modalidad de tratamiento empleada, pero incluso con formas agresivas de la enfermedad se han reportado supervivencias a 1 año superiores al 90% empleando tratamientos combinados.2,8 Para el carcinoma de células escamosas cutáneo (excluyendo aquellos localizados en cavidad oronasal, y dedos) se ha reportado recientemente una mediana de supervivencia de 1004 días.3
Conclusiones
El carcinoma de células escamosas es una neoplasia frecuente en el perro. Un diagnóstico precoz y una correcta clasificación del tipo de tumor pueden contribuir a optimizar la eficacia del tratamiento y a establecer un pronóstico más acertado. En pacientes en los que la cirugía no permita obtener márgenes quirúrgicos adecuados se recomienda recurrir a la terapia multimodal.