Características clínicas de la periodontitis en perros
Introducción
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria de las estructuras de soporte más profundas del diente (ligamento periodontal, cemento y hueso alveolar) causada por microorganismos. Esta inflamación se acompaña de la resorción irreversible del tejido conectivo y hueso que sustenta el diente en el alveolo, lo que lleva a la pérdida de inserción de la pieza dental.1,2
Características de la periodontitis en perros
La periodontitis en el perro forma parte del complejo de la enfermedad periodontal (EP) y se corresponde con una evolución de la gingivitis. A diferencia de la gingivitis, que se caracteriza por la presencia de una inflamación reversible del epitelio gingival y del tejido conectivo, la periodontitis es un proceso irreversible.1,3,4
El American Veterinary Dental College distingue 4 estadios de EP en función de la severidad:
- El primero se corresponde con la presencia de gingivitis.
- Los 3 restantes hacen referencia a la periodontitis inicial, caracterizada por:
- Una pérdida de inserción periodontal < 25%.
- Periodontitis moderada (pérdida de inserción 25-50%).
- Y periodontitis avanzada (pérdida de inserción > 50%).4
Prevalencia
La periodontitis en perros es más prevalente y grave en perros de pequeño tamaño, aunque también puede verse en razas grandes como el galgo y el basset hound. Aunque se considera que la prevalencia de periodontitis aumenta con la edad, en determinadas razas puede estar ya presente a edades muy tempranas.1,4,5 Un estudio en perros de raza Yorkshire terrier evidenció que el 98% de los perros evaluados (n = 50) ya presentaban evidencias de periodontitis leve en alguna pieza dental a las 37 semanas de vida. Las piezas afectadas con mayor precocidad eran los caninos, seguidos incisivos, premolares y molares.6
Es muy probable que perros con gingivitis desarrollen periodontitis en alguna de las piezas afectadas si el problema no se revierte:
- Un estudio en perros schnauzer miniatura concluyó que en el 98% de los animales la progresión se producía en menos de 15 meses, siendo más rápida en perros de edad avanzada.7
- En perros de raza labrador con gingivitis seguidos hasta 2 años el 56,6% de ellos desarrollan periodontitis.4
Factores a tener en cuenta en su desarrollo
La presencia de placa bacteriana juega un papel importante en el desarrollo de la periodontitis en perros. Sin embargo, otros factores deben influir en la progresión de la enfermedad, porque no todos los perros con placa desarrollan periodontitis en todos los dientes afectados. Entre estos factores se incluyen los defectos en la colocación de las piezas dentales, tipo de dieta y falta de higiene dental, así como la falta de resistencia a las infecciones.1,4
Contrariamente a lo que ocurre en el hombre, en el perro las bacterias Gram– son más prevalentes en pacientes sin enfermedad periodontal y las Gram+ predominan en casos de periodontitis. Se ha propuesto que la periodontitis no se produce porque aparezcan nuevas especies patógenas, sino por un cambio en las proporciones de la microbiota Gram-.8
Como consecuencia de la acción de estos patógenos se produce la liberación de agentes vasoactivos (endotoxinas, péptidos quimiotácticos, proteínas tóxicas y ácidos orgánicos) que provocan la respuesta del hospedador, caracterizada por la producción de citoquinas (IL-1β, IL-8), prostaglandinas y TNF-α, lo que resulta en inflamación de grado variable, que va desde una gingivitis leve a una periodontitis destructiva.3,4
Signos clínicos de la periodontitis en perros
Incluyen halitosis, ptialismo, anorexia, cambios en el color de encía, sangrado gingival, aumento de la movilidad de los dientes, abscesos periodontales y periapicales, osteomielitis, fracturas patológicas, fístulas oronasales, descarga nasal, y estornudo.1,2
Tratamiento de la periodontitis
La base del tratamiento de la periodontitis en perros es el control de la placa. Para ello, el primer paso es la realización de una limpieza dental bajo anestesia general. En pacientes que presentan periodontitis progresiva o severa puede ser necesario recurrir a la cirugía muco-gingival y al curetaje abierto, pero asumiendo que en determinados casos la mejor opción para el paciente puede ser la extracción de la pieza afectada.4
Tradicionalmente se recomendaba la administración de antibióticos previamente a la anestesia y durante los 7-10 días posteriores.1 Sin embargo, esta medida ha sido cuestionada recientemente.8 Si se considera que es necesario administrar antibióticos, la cefazolina (30-60 minutos antes del procedimiento) podría ser una buena opción. Generalmente no se indica tratamiento antibiótico posterior.8
Como excepciones a esta recomendación se citan la presencia de estomatitis ulcerativa, gingivitis muy severa con sangrado espontáneo en un paciente que necesita sutura gingival, o la realización de un procedimiento quirúrgico limpio en otra localización durante el mismo procedimiento anestésico.3 Se recomienda el uso gluconato de clorhexidina, antes de comenzar el procedimiento.2
Hay que tener en cuenta que sin cuidados posteriores la placa bacteriana se adhiere a la superficie del diente en las 24 horas siguientes a la limpieza, que las bolsas periodontales se vuelven a infectar en 2 semanas y que en menos de 6 semanas han alcanzado la profundidad previa a la limpieza.2
Por ello, el tratamiento dental domiciliario es imprescindible para el control de la periodontitis en perros. El cepillado dental regular se considera el medio más eficaz para la eliminación mecánica de la placa. Además, las golosinas masticables con una formulación adecuada también contribuyen a una mejor salud dental.
Por el contrario, los aerosoles orales, los enjuagues y los aditivos para el agua generalmente son insuficientes para este propósito.2
Conclusiones
La periodontitis en perros es un proceso que se ve con mucha frecuencia en las consultas generalistas y que puede tener importantes consecuencias en la salud del perro. Teniendo en cuenta que es un proceso irreversible pero controlable, es importante hacer un diagnóstico precoz y establecer unas pautas de manejo adecuadas. En este sentido es fundamental la implicación de los propietarios en el mantenimiento de una higiene oral correcta desde edades tempranas y la realización de exámenes periódicos de la cavidad oral, preferentemente bajo anestesia.