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    Antihistamínico para perros. ¿Cuál elegir y cuándo administrarlo?

    Los fármacos antihistamínicos en perros se utilizan principalmente en el tratamiento continuado de las alergias, como coadyuvante de los corticoides, y también para controlar la secreción de ácido gástrico cuando se produce una úlcera.

    El uso de antihistamínicos no es frecuente en perros, pues se suele optar por otras aproximaciones médicas y farmacológicas. A continuación, realizamos un breve repaso de los tipos de antihistamínicos para perros y las patologías en las que se administran.

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    Tipos de antihistamínico para perros

    En general, existen 3 tipos de fármaco para el tratamiento de los efectos de la histamina:

    1. Los antagonistas fisiológicos. Son compuestos que producen efectos fisiológicos opuestos a la histamina, las aminas simpaticomiméticas: adrenalina, efedrina, xantina…
    2. Inhibidores de la liberación de histamina, que reducen la degranulación de basófilos y mastocitos, como el ketotifeno o el cromoglicato sódico.
    3. Antagonistas farmacológicos competitivos o antihistamínicos. Son fármacos que ocupan los receptores específicos de la histamina: H1, H2 y H3.

    Acción de los antihistamínicos en el perro

    Los receptores histamínicos H1 son los responsables de la vasodilatación, permeabilidad vascular y contracción del músculo liso bronquial e intestinal. Por tanto, los antagonistas de H1 se utilizan principalmente en shock anafiláctico (combinados con antagonistas fisiológicos) y reacciones alérgicas. Se utilizan también en prurito, urticaria, dermatitis, eczema de orígenes diversos, así como en picaduras de insectos, siempre en combinación con otros fármacos. Los antihistamínicos antagonistas de H1 de uso más habitual en perro son la clorfeniramina, la difenhidramina, el dimenhidrinato, la prometacina y el astemizol.

    Antiestamínico para perros

    Los receptores histamínicos H2 regulan la secreción gástrica de HCl y tienen cierto efecto de estimulación cardiaca. Los antihistamínicos antagonistas de este receptor se utilizan principalmente en el tratamiento de úlceras gastroduodenales y gastritis, por su efecto antisecretor. Estos fármacos son la cimetidina y la ranitidina.

    La terapia con antihistamínicos debe mantenerse hasta que se eliminen los agentes etiológicos, ya que su acción es solo sintomática.

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    Antihistamínicos antagonistas de H2: Úlcera gastroduodenal en el perro

    La úlcera gástrica aparece por desequilibrio entre la secreción de ácido estomacal y los mecanismos de defensa de la mucosa. Por esta razón, el principal tratamiento farmacológico es la administración de antihistamínicos antagonistas de los receptores H2 (antisecretores) hasta que se restablece la barrera de protección gástrica.

    La úlcera gastroduodenal puede desencadenarse por estrés y por el uso continuado de ciertos fármacos, principalmente antiinflamatorios no esteroideos.

    Antihistamínicos antagonistas de H2: Las alergias más frecuentes en el perro

    Aunque 7 de cada 10 propietarios de perros o gatos no han oído hablar nunca de las dermatitis alérgicas, las alergias cutáneas son el segundo motivo más habitual de consultas veterinarias en perros. La dermatitis atópica canina afecta al 10% de los canes y es la alergia más frecuente en estos animales. Se diagnostica clínicamente cuando aparece prurito no asociado a parásitos o alimentos. Aunque el origen de la dermatitis no sea dietético, el uso de un alimento específicamente formulado forma parte del tratamiento de esta afección.

    La segunda alergia más frecuente en el perro es la alergia alimentaria. Se produce por sensibilización frente a ciertas proteínas procedentes de la carne de vacuno, la leche, el pollo, el trigo o el cordero. Los síntomas que produce este tipo de alergia son principalmente epiteliales y gastrointestinales, aunque hasta un 25% de ellos puede presentar únicamente otitis. Si hay sospecha clínica, el diagnóstico se confirma cuando los síntomas remiten tras 6 semanas de dieta de eliminación.

    El tratamiento dietético de las alergias del perro

    En el tratamiento de la dermatitis atópica y la alergia o sensibilización alimentaria en el perro es imprescindible un abordaje dietético. El animal debe recibir un alimento hipoalergénico, especialmente concebido para eliminar los residuos proteicos que causan la sensibilización alérgica. Haz clic en el siguiente enlace para seguir la conferencia Caso clínico de Dermatitis Atópica del doctor Lluís Ferrer.

    Descarga el informe: Leishmaniosis canina