Anaplasma en perros: consideraciones a tener en cuenta
Introducción
El género Anaplasma incluye diversas especies de bacterias Gram negativas, intracelulares obligadas que fueron reclasificadas taxonómicamente a principios de siglo.
Con dicha reclasificación Ehrlichia equi, E. phagocytophila y el agente causal de la ehrlichiosis granulocítica humana se renombraron como Anaplasma phagocytophylum; y E. platys pasó a denominarse A. platys. A. phagocytophylum es el agente causal de la anaplasmosis granulocítica canina (aunque también puede infectar al hombre) mientras que A. platys causa la trombocitopenia cíclica infecciosa.1,2
Epidemiología
En Europa las infecciones por A. phagocytophilum se han descrito principalmente en países del centro y norte del continente, con seroprevalencias del 3-57%. Por el contrario A. platys es mucho más frecuente en los países mediterráneos y del sur de Europa con prevalencias reportadas del 9-70,5%.1 En cualquier caso estos datos deben ser interpretados con cautela por la heterogeneidad de las poblaciones muestreadas y la posible reacción cruzada de las pruebas serológicas entre ambas especies de Anaplasma.
La distribución geográfica de estas enfermedades probablemente tenga que ver con el hábitat de las garrapatas vectores de las mismas. Ixodes ricinus (muy abundante en zonas húmedas y frías) es el único vector conocido de A. phagocytophilum en Europa, mientras que el probable vector de A. platys (no se ha podido demostrar transmisión experimental) es Rhipicephalus sanguineus, ampliamente difundido en la península ibérica.1-3
- phagocytophilum ha sido detectado también por PCR en pulgas, tanto de perro como de gato, por lo que no puede descartarse un rol potencial de este parásito como reservorio de la enfermedad.6 Otros posibles vectores incluyen roedores, ciervos y aves.2 Aunque se considera raro, Anaplasma spp puede transmitirse también a través de transfusiones y subinoculaciones de sangre.2
Por lo que concierne a España, diversos estudios han reportado una seroprevalencia media de anaplasma en perro del 3,1-5,6%, (rango 1,26-11,45%, según zonas). En áreas donde existan otras enfermedades vectoriales endémicas, vehiculadas o no por el mismo vector, es posible que las infecciones por anaplasma en perros aparezcan asociadas a estas enfermedades.1,3-5 A pesar de que se ha descrito la presencia de I. ricinus en algunas zonas del norte de España y de que A. phagocytophilum ha sido identificado por PCR en esas garrapatas, el patógeno no ha sido aislado todavía en perros de españoles.4
Cuadro clínico
Las infecciones por Anaplasma en perros tienen un periodo de incubación de 1-2 semanas y en muchos casos (sobre todo de A. platys) cursan de modo subclínico.2,7
Los pacientes infectados por A. phagocytophilum que desarrollan clínica suelen presentar un cuadro inespecífico de fiebre, letargia y anorexia, que puede verse acompañado de palidez de las mucosas, signos gastrointestinales, cojera (secundaria a poliartritis inmunomediada), linfadenomegalia, petequias y epistaxis. En raras ocasiones se ha descrito colapso, tos, uveítis, edema de la extremidades y PU/PD.1
La infección por A. platys puede causar trombocitopenias intermitentes cada 1-2 semanas, que pueden ir acompañadas de fiebre, letargia, anorexia, pérdida de peso, palidez de mucosas, petequias, epistaxis y linfadenomegalia.1,7
Diagnóstico de la infección por Anaplasma en perro
Los perros infectados por Anaplasma pueden presentar alteraciones inespecíficas en el hemograma y el perfil bioquímico. A. phagocytophilum causa trombocitopenia ( > 90% de los casos) y en menor medida, linfopenia y anemia leve. A nivel bioquímico destacan la hipoalbuminemia, hiperglobulinemia y la elevación de la fosfatasa alcalina. En cuanto a A. platys, además de la trombocitopenia también puede causar anemia no regenerativa, leucopenia, hipoalbuminemia, hiperglobulinemia e hipocalcemia. 2
La confirmación diagnóstica de la infección puede hacerse tras la observación de mórulas de A. phagocytophilum en el interior de los granulocitos (principalmente neutrófilos, aunque puede infectar eosinófilos) o de A. platys en las plaquetas, aunque esta técnica no es especialmente sensible (60% en pacientes clínicamente enfermos).1 Por ello, en la mayoría de ocasiones el diagnóstico se establece en base los resultados de la serología o PCR (a partir sangre periférica normalmente).
Siempre que sea posible las muestras se obtendrán antes de administrar antibióticos. Las pruebas serológicas detectan anticuerpos frente a ambas especies de Anaplasma.2 Pueden ser cualitativas o cuantitativas, siendo estas últimas más sensibles y específicas.1 La presencia de anticuerpos en animales sanos debe interpretarse como contacto con el patógeno, no necesariamente una enfermedad incipiente.1,2 Un título alto de anticuerpos en un paciente con signos compatibles sugiere enfermedad activa, pero en casos agudos o durante el periodo de incubación es posible obtener resultados negativos si las muestras se obtienen antes de que se produzca seroconversión. Un estudio mostró que el 44% de perros clínicamente enfermos, infectados por A phagocytophilum eran seronegativos en el momento de la presentación.9 En estos casos el diagnóstico puede confirmarse demostrando seroconversión en pacientes convalecientes o mediante PCR. Una PCR+ indica presencia de material genético del patógeno, que junto a un cuadro clínico compatible sugiere infección activa. Un resultado negativo excluye la presencia del patógeno en la muestra analizada pero no excluye la infección.
Tratamiento
La doxiciclina (10 mg/kg/24 horas/14-28 días) se considera el tratamiento de elección de las infecciones por A. phagocytophilum en perros, observándose mejoría clínica normalmente en las primeras 48 horas.1,2,9 Para infecciones por A. platys puede ser suficiente con tratamientos de 8-10 días. Otros antibióticos que podrían tener una cierta eficacia frente a Anaplasma en perro incluyen las fluoroquinolonas y la rifampicina.1-2
Conclusiones
Las bacterias del género Anaplasma pueden causar enfermedad en el perro. El diagnóstico se establece en la mayoría de ocasiones en base al cuadro clínico y los resultados de la serología o PCR. La doxiciclina es el tratamiento de elección para estas enfermedades.