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    Analgésicos para perros. ¿La vía de administración modifica el efecto?

    Analgesia es, literalmente, ausencia de dolor. Sin embargo, en medicina veterinaria lo que buscamos es aliviar el dolor. En veterinaria dividimos el dolor en dos tipos: agudo y crónico.

     

    Artículo actualizado a 07 de febrero de 2023

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    Introducción

    El dolor es una sensación multidimensional compleja con distintos orígenes, que se ha definido como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño real o potencial de un tejido.1 La respuesta al dolor es única de cada individuo, e incluye dos componentes:

    • Sensorial (la nocicepción), que se refiere al procesamiento neuronal del estímulo doloroso,
    • Afectivo (la percepción del dolor), que hace referencia a la experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño tisular real o potencial.2

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    Tipos de dolor

    El dolor agudo es aquel que se presenta de forma abrupta tras un trauma o lesión específica y que desaparece con la curación de la misma. 

    En cambio, el dolor crónico es aquel que persiste una vez la lesión ha sido subsanada o porque la lesión se cronifica en el tiempo.

    Para el tratamiento de los dos tipos de dolor disponemos de múltiples familias de fármacos analgésicos para perros, con diferentes mecanismos y vías de administración.

    analgésicos para perros

    Tipos de analgésicos para perros

    Antiinflamatorios no esteroideos

    Estos fármacos, conocidos como AINE, son un grupo muy numeroso que se utilizan para el tratamiento del dolor agudo fundamentalmente. Ejemplos de la familia son aspirina, ibuprofeno, ketoprofeno, naproxeno, etodolaco, piroxicam o meloxicam.

    Son los fármacos más utilizados porque poseen pocos efectos adversos, son eficaces para el tratamiento del dolor agudo y se encuentran en múltiples vías de administración. Sin embargo, no pueden utilizarse durante mucho tiempo si queremos evitar sus efectos adversos (úlcera gástrica, hemorragia digestiva, etc.).

    Analgésicos narcóticos - opiáceos

    Se utilizan para el alivio del dolor en perros desde hace muchos años, son compuestos derivados del opio y se podría decir que son los más poderosos en su función. Estos analgésicos funcionan mucho mejor en el alivio del dolor si se administran de forma conjunta con el grupo de antiinflamatorios no esteroides (AINE) que si se los administra solos.

    Como contra, tienen el inconveniente de ser altamente adictivos, creando dependencia y tolerancia, por lo cual, el profesional veterinario solo los prescribirá cuando otros analgésicos para perros no den resultados.

    Analgésicos no opioides no AINE

    Dentro de este grupo se incluyen múltiples fármacos, de diversas familias, que también tienen un efecto analgésico y son utilizados muchas veces para el tratamiento del dolor crónico especialmente.

    Encontramos dentro de este grupo los antidepresivos, la gabapentina o la imipramina. Son poco eficaces para el dolor agudo, siendo su principal uso en el tratamiento a largo plazo del dolor.

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    Vías de administración de analgésicos para perros

    Una vez conocemos el fármaco que vamos a utilizar, debemos seleccionar la vía de administración del mismo, que va a modificar el efecto del fármaco y en algunos casos, según la disponibilidad de las vías que tengamos, también nos condicionará el fármaco que seleccionaremos. Los fármacos analgésicos pueden administrarse por las siguientes vías:

    1. Digestiva: oral, sublingual, gastroentérica o rectal.
    2. Parenteral: intramuscular, subcutánea e intravenosa.
    3. Respiratoria: intranasal, en analgesia principalmente.
    4. Tópica: oftálmica, ótica y transdérmica.

    La vía parenteral endovenosa tiene el mecanismo de acción más rápido, con una biodisponibilidad del fármaco al completo.

    Otras vías, como la oral, pueden suponer un efecto más lento y menor biodisponibilidad por metabolismo de primer paso hepático.

    Existen vías alternativas a la oral con administración rápida que no requieran de uso de agujas, como son la rectal, nasal o sublingual, que se ayudan de la mucosa en ese nivel para la absorción rápida del fármaco.

    Finalmente, la vía transdérmica es de lenta absorción, pero permite tener una liberación prolongada de un fármaco sin una ingesta continua del medicamento.

    Así pues, según el estado clínico (vómitos, etc.) y la rapidez que queramos del efecto analgésico para perros y su duración, junto con los posibles efectos secundarios (infección en caso de uso parenteral), nos decantemos por una vía u otra.

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    Bibliografía
    1. Mathews K, Kronen PW, Lascelles D, et al. (2014). Guidelines for recognition, assessment and treatment of pain. J Small Anim Pract; 55: E10-68.
    2. Epstein M, Rodan I, Griffenhagen G, et al. (2015). 2015 AAHA/AAFP Pain Management Guidelines for Dogs and Cats. J Am Anim Hosp Assoc; 51: 67-84.