AMVAC 2018. Dermatitis atópica canina: claves para un diagnóstico y un tratamiento efectivos
Penélope es una perra atópica mestiza de Terrier de 8 años que deja de tolerar oclacitinib tras su retirada puntual por una intervención quirúrgica. De forma secundaria a la cirugía desarrolla una insuficiencia pancreática exocrina (en tratamiento con dieta y enzimas).
Caso 1
Penélope es una perra atópica mestiza de Terrier de 8 años que deja de tolerar oclacitinib tras su retirada puntual por una intervención quirúrgica. De forma secundaria a la cirugía desarrolla una insuficiencia pancreática exocrina (en tratamiento con dieta y enzimas).
Con la reintroducción de su medicación habitual presenta vómitos y diarreas con la toma de oclacitinib y polidipsia a la administración de corticoides tópicos (hidrocotisona aceponato). Se desencadena un brote de dermatitis atópica con aparición de prurito intenso y lesiones. Se utiliza lokivetmab como tratamiento dado la intolerancia a oclacitinib y a los glucocorticoides y a la contraindicación sobre el uso de ciclosporina en concomitancia con problemas gastrointestinales y hepatopatía. La ventaja de lokivetmab es que no tiene contraindicaciones de uso ni produce efectos adversos. El tratamiento se complementa con baños de clorhexidina al 2% dos veces por semana y con profilaxis ectoparasitaria por vía oral (isoxazolinas).
Caso 2
Ziggy es un macho de 3 años diagnosticado de dermatitis atópica al año de edad. Se trata de un perro con un prurito mal controlado con escasa respuesta a ningún tratamiento antipruriginoso (leve respuesta a los glucocorticoides). Se decide iniciar tratamiento con lokivetmab manteniendo los baños frecuentes, el tratamiento tópico y el control endo/ectoparasitario. Se observó una respuesta excelente a Llokivetmab en un perro que no respondía a oclacitinib.
Caso 3
Tyson es un Bulldog inglés de 6 años que hace 2 años empieza a empeorar de su dermatitis atópica: desarrolla más prurito y eritema facial (periocular), otitis eritematosa y ceruminosa y meibomitis. Aparece sobrecrecimiento bacteriano en los pliegues faciales y secreción auricular, probablemente secundario a la inflamación.
En un principio la fase aguda se aborda manteniendo la dosis de oclacitinib que tomaba habitualmente, tratando las infecciones secundarias y con el inicio de ciclos cortos a días alternos de metilprednisolona. Al observarse recaídas en la retirada de los corticoides, se inicia lokivetmab descendiendo la dosis de metilprednisolona. A las cuatro semanas de la administración la sintomatología reaparece, además dos meses después Tyson sufre de una cistitis por E.coli y de una prostatitis secundaria a la inmunosupresión corticoidea, lo que hace que se retire la metilprednisolona por las complicaciones urinarias.
Dos meses más tarde Tyson tiene los síntomas controlados: se retira lokivetmab y se mantiene con oclacitinib, champú antiséptico y aplicaciones puntuales de aceponato de hidrocortisona. Al iniciar lokivetmab se deben de suministrar mínimo dos dosis mientras se mantiene el tratamiento previo antes poder valorar su efectividad, puesto que la respuesta al fármaco no es inmediata. El lokivetmab se puede asociar a otros fármacos sin riesgo a interacciones farmacológicas y sin intervenir en la respuesta inmunitaria.
Caso 4
Theodor es un Pit bull de 1 año recientemente diagnosticado de dermatitis atópica. Actualmente presenta un control moderado de la enfermedad (se observa prurito intenso, eritema, alopecia, pápulas y moderada liquenificación en torno a los ojos, hocico, abdomen e ingles). Debido a su juventud los propietarios proponen iniciar la inmunoterapia alérgeno específica (ITAE), con cuyo inicio hay una mejora progresiva de la sintomatología aunque aún presenta brotes puntuales. Se decide administrar lokivetmab(70 mg cada 4-6 semanas) para el tratamiento de la fase aguda además de la ITAE, obteniendo una respuesta muy positiva. Lokivetmab es muy adecuado en el tratamiento conjunto con ITAE ya que permite el control de los signos clínicos hasta que la ITAE empieza a ser efectiva.
Caso 5
Cora es una Bracco italiano de 4 años de edad. Desde hace 1 año presenta alopecia multifocal, dermatitis papular costrosa y prurito en la zona abdominal ventral, extremidades y orejas. Tras el diagnóstico de exclusión se orienta como una dermatitis atópica atípica con pioderma superficial. Se trata con oclacitinib y baños antisépticos por su actividad antiinflamatoria y antiprurito, observándose una buena respuesta. En este caso oclacitinib nos sirve para tratar la inflamación y la infección sin necesidad de utilizar tratamiento antibiótico.
Caso 6
Lilly es una Setter inglés de 9 años de edad con una larga historia de dermatitis atópica. Ha sido tratada con múltiples fármacos siendo Oclacitinib 0,44 mg/kg/día y prednisona 10mg/48-72h el tratamiento farmacológico actual en conjunto con baños frecuentes de champú antialérgico. Tal y como se puede observar en la imagen, mal controlada.
La estrategia terapéutica se basa en retirar la prednisona, mantener Oclacitinib y administrar la primera dosis de lokivetmab 30 mg. A los 20 días aparecen nuevas lesiones sugestivas de pioderma superficial, con lo que se trata puntualmente con cefalexina 500mg c/12h, se aconseja el uso de champú antiséptico y se administra una nueva dosis de lokivetmab. Actualmente Lilly está controlada y se mantiene con oclacitinib 4 mg cada 12h, baños semanales con clorhexidina y lokivetmab inyectado cada 4 o 6 semanas.
Hay que considerar que lokivetmab pese a que controla rápidamente el prurito no actúa con la misma velocidad sobre las lesiones inflamatorias. En los casos en los que no funcione es importante valorar la presencia de factores perpetuantes (pioderma, Malassezia, pulgas...) y tratarlos.
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