Abcesos en gatos: un problema frecuente
Introducción
Un absceso se define como una acumulación de material purulento dentro de una cavidad, compuesto por un agente infeccioso, células inflamatorias y exudados.3 Aunque pueden producirse en cualquier órgano y localización, en este artículo se hace referencia a los abscesos cutáneos y subcutáneos.
Este tipo de abscesos son muy frecuentes en la clínica felina, especialmente en machos no castrados que hacen vida exterior o que conviven en hogares con otros gatos, así como en colonias felinas, especialmente si hay animales con leucemia o inmunodeficiencia felina, o inmunosupresión de otro tipo.3
Etiopatogenia
La principal causa de abscesos en la especie felina son las heridas por mordedura, producidas durante peleas entre gatos. Otras causas menos frecuentes incluyen arañazos, traumatismos, cuerpos extraños o diseminación hematógena de infecciones sistémicas.4 Esto explica que las bacterias aisladas con mayor frecuencia en los abscesos en gatos se correspondan con flora bacteriana oral residente, siendo más frecuentes los microorganismos anaerobios que los aerobios.4 Los patógenos aislados con mayor frecuencia en abscesos subcutáneos felinos incluyen, Porphyromonas spp, Pasteurella multocida, y Fusobacterium spp, aunque también se han aislado diversas especies de Staphylococcus, Streptococcus, Pseudomonas, Clostridium, Peptostreptococcus, Prevotella, Actinomyces, Mycobacteria, Mycoplasma, Nocardia, Corynebacterium, Lactobacillus, Bacteroides spp, e incluso Yersinia pestis.3-5
Como consecuencia de la inoculación de un microorganismo en la piel o tejido subcutáneo se produce una reacción inflamatoria contra el patógeno, con la consiguiente acumulación de material purulento, que de no ser reabsorbido deriva en la formación de una cápsula fibrosa que lo envuelve. La producción de pus continúa, aumentando la presión en la cavidad hasta su ruptura al exterior o la formación de tejido de granulación en el interior de la cavidad que permite la persistencia del microorganismo.3
Diagnóstico
Los gatos con abscesos se presentan a consulta con una lesión palpable, tipo masa, generalmente caliente y dolorosa a la palpación, que puede ser fluctuante o no. En ocasiones se produce la ruptura espontánea del absceso con la subsiguiente descarga de material purulento maloliente, con una coloración que puede ir de amarillo verdoso a marrón rojizo. Los signos reportados con mayor frecuencia por los propietarios incluyen anorexia, letargia o cojera (según la localización del absceso). Es frecuente que los gatos presenten fiebre y adenomegalia. La hematología puede ser normal o mostrar neutrofilia con o sin desviación izquierda; y la presencia de neutropenia con desviación izquierda degenerativa sugiere sepsis. La citología puede mostrar presencia de bacterias intra/extracelulares, neutrófilos, macrófagos y queratinocitos.3,4
Las mordeduras de gato son causa reconocida de transmisión de retrovirus felinos, habiéndose demostrado que la prevalencia de inmunodeficiencia y leucemia felinas es mayor en poblaciones de gatos con abscesos que en la población general de una determinada zona. Por ello, se recomienda que todos los gatos que se presentan en consulta con abscesos sean sometidos a pruebas serológicas frente a estas enfermedades en el momento del diagnóstico. Además, como la seroconversión no es instantánea, se recomienda repetir la serología 2 meses después.6
Tratamiento de los abscesos en gatos
Drenaje y limpieza
El tratamiento de los abscesos en gatos incluye el drenaje del absceso, así como la eliminación del foco de infección, o en su caso, cuerpo extraño si estuviera presente. En muchos pacientes es necesario recurrir a la sedación profunda o anestesia de corta duración para un manejo adecuado.
Tras la rasurar la zona y proceder a su desinfección, se realiza una incisión en la parte mas declive del absceso que permita el drenaje del contenido. Además, es recomendable eliminar los restos de tejido necrótico y realizar un lavado profuso de la zona con solución salina. En algunos casos puede ser necesario dejar colocado un sistema de drenaje continuo durante algunos días.2-4
Tratamiento antibiótico
Los antibióticos son imprescindibles para eliminar la infección, pero por sí solos y sin drenar el absceso, no son capaces de lograr la curación. En condiciones idóneas la selección del antibiótico debería estar basada en los resultados del antibiograma; sin embargo, en la mayor parte de los casos se hace una selección empírica del antibiótico a administrar, cuanto menos hasta obtener los resultados del cultivo o hasta valorar la eficacia clínica del tratamiento. De modo general se recomiendan antibióticos bactericidas, de amplio espectro y efectivos frente a aerobios y anaerobios. Los usados con mayor frecuencia incluyen derivados de la penicilina (amoxicilina, amoxicilina-clavulánico), cefalosporinas o clindamicina.1,3-5 Algunos autores recomiendan como primera opción las cefalosporinas debido el elevado porcentaje de resistencias de las infecciones estafilocócicas a las penicilinas.2 A pesar de ello, en un estudio en el que se trataron 217 gatos con abscesos o heridas infectadas se reportó que tanto la amoxicilina-clavulánico como la cefovecina fueron eficaces en el 100% de los pacientes.7
El tratamiento debe llevar a una mejoría de la condición clínica del paciente en las primeras 48 horas. Si los signos clínicos no mejoran o el absceso persiste más allá de 1-2 semanas deberían considerarse factores complicantes como inmunosupresión, neoplasia, presencia de un cuerpo extraño, infección por bacterias resistentes o por otro tipo de microorganismo.1,3-4
Conclusiones
Los abscesos representan una de las patologías infecciosas más frecuentes en gatos. El diagnóstico y tratamiento de este proceso no suele presentar grandes dificultades; sin embargo, en pacientes que no evolucionan correctamente es importante considerar posibles factores complicantes. Por otra parte, la relación entre las heridas por mordedura y las infecciones por retrovirus felinos remarcan la importancia de valorar estas enfermedades en gatos con abscesos.