Vacuna pentavalente en gatos: indicaciones actuales
Introducción
La vacunación en animales de compañía es la herramienta más eficaz en la prevención de enfermedades infecciosas y/o parasitarias. No existe un único plan de vacunación que pueda adoptarse en todos los gatos.
Las necesidades de vacunación de cada animal deben evaluarse de forma individual y racional de acuerdo con su estado de salud, edad y posible exposición a la enfermedad (densidad de población, estilo de vida, distribución geográfica). Además, se debe llevar a cabo una evaluación del balance beneficio/riesgo de cada gato que incluya la seguridad, las posibles reacciones adversas y la eficacia de la vacunación.1
El resultado de esta evaluación es un plan o protocolo de vacunación individualizado que debe debatirse y acordarse con el propietario, además de reevaluarse cada vez que se produzcan cambios en la salud o el estilo de vida del animal.1
Vacuna pentavalente en gatos: clasificación de sus componentes
Los distintos grupos y asociaciones que han elaborado guías y recomendaciones de vacunación en animales de compañía dividen las vacunas en tres categorías:1,2,3,4
- Vacunas esenciales: son aquellas que todos los gatos deberían recibir independientemente del lugar donde vive o su estilo de vida y que protegen frente a enfermedades con una amplia distribución y una elevada morbilidad y mortalidad.
- Vacunas no esenciales: la decisión de administrarlas debe basarse en la prevalencia geográfica de la infección, el estilo de vida del gato y el riesgo de exposición.
- Vacunas no recomendadas: son las que carecen de suficiente evidencia científica que justifique su uso.
Los componentes FHV-1 (rinotraqueitis vírica felina), FPV (panleucopenia felina) y FCV (calicivirosis felina) de la vacuna pentavalente en gatos son vacunas esenciales, mientras que los componentes FeLV (leucemia felina) y Chlamydia (clamidiosis felina) son vacunas no esenciales.
En gatitos de menos de un año de edad, la vacunación frente al FeLV se considera esencial dado su mayor riesgo de infección.
Vacuna pentavalente gatos: recomendaciones de vacunación
En general, los gatitos son más propensos a las infecciones que los adultos.1 Por ello, representan un objetivo principal para la vacunación. Los gatitos de madres inmunizadas (vacunación o infección natural) están protegidos por los anticuerpos maternos durante las primeras semanas de vida. Se considera que esta inmunidad pasiva disminuye a partir de las 8-12 semanas de edad,2 aunque existe una gran variabilidad individual.1
La primovacunación de los gatitos con las vacunas esenciales (FHV-1, FPV y FCV), que incluye varias dosis cada 2-4 semanas hasta las 16-18 semanas de edad, van encaminadas a aumentar las posibilidades de lograr una inmunización adecuada justo después de que los títulos de anticuerpos maternos hayan disminuido lo suficiente.1 Tras la dosis de refuerzo (a los 6 meses de edad para reducir la ventana de susceptibilidad), las revacunaciones posteriores pueden realizarse cada tres años, a menos que existan condiciones de riesgo elevado.
En el caso del FeLV, si bien la vacunación de los gatitos se considera esencial, en los gatos adultos la vacuna se clasifica como no esencial y es innecesaria si se puede asegurar que el gato no estará expuesto al virus, aunque se ha tener siempre en cuenta que las circunstancias del propietario pueden cambiar y, con ello, el estilo de vida del gato.3
Dado que la inmunidad que confiere tiene corta duración y la protección es parcial, la vacunación frente a Chlamydia felis se recomienda únicamente en aquellos casos en que el animal comparta el entorno con otros gatos o si existe historia previa de clamidiosis.3
Actualización sobre los sarcomas en el punto de inyección
Al igual que otras vacunas o inyecciones, la vacuna pentavalente en gatos puede desencadenar la aparición de un sarcoma en el punto de inyección (generalmente fibrosarcomas), que es la reacción adversa más grave que puede ocurrir tras la vacunación en gatos.
Se calcula que esta reacción puede aparecer en 1 de cada 10 000 dosis de vacuna y, aunque la proporción es baja, la vacunación es un procedimiento tan habitual que cada año se notifican varios miles de nuevos casos.3 Estos sarcomas suelen desarrollarse en los puntos en que se han administrado vacunas u otras inyecciones, pero su riesgo de aparición parece ser mayor con las vacunas que con otras inyecciones, especialmente cuando se utilizan adyuvantes (p. ej., contra la rabia y contra el FeLV).
La prevención de estos sarcomas incluye las siguientes consideraciones generales:1,3,6
- Las vacunas deben administrarse en localizaciones en las cuales, en caso de aparecer un sarcoma, pueda extirparse fácilmente y con márgenes amplios, tales como las zonas distales de las extremidades. Las inyecciones en la región interescapular deben evitarse, ya que la tasa de recidiva en esa zona es muy alta por la dificultad de realizar cirugías con bordes libres.
- Es preferible el uso de vacunas sin adyuvantes (atenuadas o recombinantes) siempre que sea posible.
- Tan solo debe vacunarse con la frecuencia necesaria y el menor número de veces posible de acuerdo con los principios de las directrices de vacunación actuales. Por ello, es preferible administrar vacunas con una duración de la inmunidad larga.
Conclusiones
La vacuna pentavalente en gatos incluye tres componentes considerados vacunas esenciales (FHV-1, FPV, FCV) y dos componentes no esenciales (FeLV, Chlamydia felis). En el caso de los gatitos de menos de un año, la vacunación contra el virus de la leucemia felina se considera esencial. En el caso de la clamidiosis felina, la vacunación solo se recomienda en aquellos casos en que el animal comparta el entorno con otros gatos o si existe historia previa de clamidiosis. El sarcoma en el punto de inyección, aunque raro, es la reacción adversa más grave tras la vacunación.