Vacaciones con Perro, 10 consejos prácticos
1. La mascota viaja con la familia
Cada vez son más las familias que a la hora de irse de vacaciones, no dudan que su perro les acompañará. Ahora, por suerte, hay muchas más opciones de alojamiento para estos casos, e incluso hay portales especializados que ofrecen gran cantidad de posibilidades de alojamiento, desde hoteles a apartamentos, campings, casa rurales
Algunos ejemplos de portales:
http://www.fundacion-affinity.org/viajar
Sin embargo, antes de llegar al destino vacacional, tenemos que hacer el viaje con nuestra mascota y debemos tomar ciertas precauciones para que el trayecto sea tan cómodo para la familia, como para el animal.
2. Revisión previa al viaje: visita y botiquín
Es más que recomendable la visita al veterinario antes de iniciar un viaje con la mascota: Se le hará un chequeo, al dueño se le informará sobre las vacunas obligatorias en el lugar hacia donde viaja y el facultativo preparará un certificado de buena salud si hace falta. No está de más que los dueños se lleven un botiquín con algunos medicamentos básicos para el perro tipo:
- Una solución para limpiar los oídos del perro
- Una pomada antiinflamatoria
- Un antidiarreico
- Analgésicos y antiinflamatorios
- Gasas, agua oxigenada etc.
- Productos antiparasitarios
También es interesante tener el contacto de algún veterinario del lugar de vacaciones. Si algo pasara es bueno tener toda la información posible.
3. Alimento habitual del perro en la maleta
Se debe intentar evitar el cambio de dieta habitual durante el viaje, para no provocar indigestiones y trastornos gastrointestinales. Es probable que en el lugar de destino no se encuentre la misma dieta que consume el perro en su hogar, por lo que la recomendación es llevarse consigo un pack pequeño adecuado para el viaje de la dieta habitual, o bien, una pequeña cantidad de la dieta en una bolsa.
4. Si se viaja en coche con la mascota:
Ya en el coche hay que tomar pequeñas medidas de seguridad en función del tipo de perro que viaje con la familia. Desde transportines y arneses de fijación hasta redes o rejas de separación. Existen multitud de maneras de mantener a nuestra mascota segura en el viaje. Si son animales pequeños, se puede usar incluso su bolsa de viaje. Sea cual sea la elección, hay que asegurarse que el perro está protegido en caso de frenazo.
Durante el trayecto es necesaria su hidratación cada vez que se haga una parada (cada 2 horas) y que coma cuando se haya llegado a destino.
Es fundamental que el perro esté identificado (microchip) y tenga en una chapa o similar los datos de sus dueños. Además, hay que llevar su cartilla sanitaria y, si se viaja a un país de la Unión Europea, su Pasaporte Europeo.
5. Viajar con la mascota en avión
Así como pesamos y medimos las maletas, también debemos hacerlo con nuestra mascota. Las aerolíneas establecen límites en función de su peso, normalmente hasta 8 kg incluyendo el transportín, y de su tamaño, para que el perro pueda viajar con nosotros en cabina. Si sus dimensiones o su peso son mayores deberá ir en la bodega, en una jaula de transporte especial. Debemos revisar las características que acepta la compañía antes de embarcar.
El viaje en avión, puede resultar estresante para la mascota, sobre todo si el animal tiene que viajar en la bodega, lejos de sus dueños. Por otro lado, si el viaje es más largo de lo habitual pueden llegar a sufrir algo parecido a nuestro jet lag, esto puede traducirse en problemas digestivos y de irritabilidad.
Si un animal viaja en avión no se aconseja sedarlo ya que el uso de sedantes aumenta el riesgo de problemas cardíacos y respiratorios durante el vuelo, sobre todo en los perros de morro aplanado. Además, con la sedación el animal no puede mantenerse en equilibrio y es más fácil que sufra daños si no está bien sujeto.
6. Viajar en tren
En los trenes de Larga y Media distancia y en AVE sólo se admiten gatos o perros que no pesen más de 10 kg y siempre dentro de un transportín. El animal viaja cerca del propietario pero si causa molestias a los otros pasajeros, por ejemplo, debido a su comportamiento, la compañía puede obligar al propietario y a su mascota a cambiarse de vagón o incluso a abandonar el tren.
7. Viajar en Barco
Esta opción de viaje suele ser larga y los animales suelen viajar lejos del propietario en una parte del barco destinada específicamente a los animales de compañía y acondicionada con casetas individuales.
Si el perro se marea en coche es más que probable que lo haga si vamos en barco. En ese caso es aconsejable recurrir a algún producto específico para el mareo.
8. Consejos prácticos una vez llegamos al destino vacacional
Si antes de iniciar el viaje la mascota pasa por la peluquería mucho mejor. Un perro limpio y aseado siempre da una mejor impresión de cara a ingresar en un hotel.
El perro es un animal de costumbres y al llegar a vuestro destino vacacional, se enfrenta a un entorno totalmente nuevo para él. Eso puede hacer que en un inicio lo encuentres tímido, inseguro e incluso algo irascible.
Lo más recomendable es actuar con una buena actitud, haciéndole ver que no ocurre nada. La mascota percibirá eso y en poco tiempo volverá a ser el de antes.
Por otro lado, la mascota se enfrenta a nuevos lugares, olores, sonidos e incluso comida distinta.
Es importante que los dueños del perro estén atentos a cualquier posible intoxicación debido a la ingesta de plantas desconocidas o comida que no sea habitual.
9. Vacaciones con perro: Los juguetes también viajan
Para que el animal no extrañe su hogar, es recomendable que lleve consigo alguno de sus Juguetes y sus snacks habituales. Así será más fácil que esté tranquilo en la habitación si los dueños deciden salir sin él.
10. Llevar a la mascota a un centro especializado
Muchas familias, ante la imposibilidad de viajar con su perro, deciden llevarlo a un centro especializado. En este caso, es recomendable que antes de dejar al animal definitivamente, vayan previamente con él a visitar el centro para que empiece a familiarizarse con el entorno. Los perros son seres rutinarios y los cambios les afectan más de lo que cabría pensar. Por supuesto, es más que recomendable que dejemos a nuestra mascota perfectamente identificada (chip), con sus vacunas al día y, en caso de que sea necesario, alertemos a los cuidadores sobre alimentación específica o posibles alergias.