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    Utilidad del tricograma en perros con problemas dermatológicos

    El tricograma en perros es una de las técnicas diagnósticas que más información aporta en dermatología con un menor coste.

    Introducción

    Se denomina tricograma o examen tricográfico a la realización de un examen microscópico del pelo del paciente. Aunque en castellano muchos veterinarios usan el término tricograma, algunos autores anglófonos entienden que este término sería más específico para hacer referencia al procedimiento en el que se calcula la ratio de folículos en anagen/telogen.

    En cualquier caso, se trata de una técnica diagnóstica básica en dermatología, que puede aportar información muy valiosa para el diagnóstico de diversas enfermedades. Además, el coste del procedimiento, excluido el microscopio, es prácticamente cero. A pesar de todas estas ventajas, no todos los veterinarios generalistas hacen tricogramas durante sus consultas de dermatología.

     

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    Indicaciones del tricograma en perro

    El tricograma puede representar una ayuda diagnóstica en diversas patologías cutáneas. Entre ellas se incluyen las siguientes: alopecia autoinducida, dermatofitosis, alopecia por dilución de color, displasias nutricionales o congénitas del pelo, tricomicosis axilar, tricorrexis nodosa, tricoptilosis, tricomalacia, efluvio anagénico, efluvio telogénico, alopecias endocrinas y alteraciones en el color del pelo. Además, se considera que puede ser útil en algunos casos de dermatitis por Malassezia y en pacientes con demodicosis.

    • Por lo que respecta a esta última enfermedad, el tricograma se considera especialmente útil en pacientes con lesiones en zonas donde el raspado es difícil (área interdigital o periocular). En estos pacientes se aconseja examinar un número importante de pelos (50-100) para maximizar la eficiencia diagnóstica. En cualquier caso, si no se identifican ácaros, pero la sospecha clínica persiste, se indica hacer raspados cutáneos profundos.3
    • El tricograma también puede ser útil en el diagnóstico de infecciones cutáneas por Pelodera strongyloides. Aunque este nematodo se diagnostica normalmente por raspado cutáneo profundo, un estudio reciente ha mostrado que, en ocasiones, el tricograma puede ser más sensible que el raspado como método diagnóstico.4

    ¿Cómo hacer un tricograma en perro?

    El tricograma en perros suele hacerse una vez que se ha completado el examen físico y la sospecha clínica y/o la localización de las lesiones así lo sugieren. Así por ejemplo puede resultar extremadamente útil en animales con lesiones alrededor de los ojos o en las almohadillas. El material necesario incluye:

    • Mosquitos: preferentemente curvos. 
    • Portaobjetos.
    • Cubreobjetos.
    • Aceite de inmersión o una solución de hidróxido potásico al 10%-20% (si se sospecha dermatofitosis).
    • Microscopio. 

    Aunque se trata de un procedimiento sencillo es importante seguir una metodología adecuada que incluye los siguientes pasos:

    • Con la ayuda de un mosquito obtener 30-40 pelos de cada una de las regiones que se desee evaluar. En perros de pelo largo con sospecha de demodicosis puede resultar útil recortar previamente con tijera las puntas del pelo. Ello facilitará el examen posterior. 
    • Colocar los pelos sobre un portaobjetos en el que previamente se habrá añadido el aceite de inmersión/hidróxido potásico tratando de alinearlos con el eje largo del portaobjetos y cubrir con un portaobjetos.
    • Proceder al examen de la preparación, evaluando
      • el espacio entre los pelos para establecer la presencia de parásitos
      • el bulbo del pelo para determinar si se encuentra en anagen o telogen
      • el tallo del pelo, prestando atención a posibles anormalidades en la corteza o acúmulos excesivos de melanina 

    Interpretación del tricograma en perro

    Bulbo del pelo

    El bulbo del pelo puede encontrarse en anagen (redondeado, liso, brillante) o telogen (forma de maza o lanza y superficie rugosa). En raras ocasiones pueden verse pelos en catagen, cuyos bulbos muestran una apariencia mezcla de las anteriores.

    En condiciones normales se observará una mezcla de pelos en anagen y telogen cuya ratio (establecida tras el examen de unos 100 bulbos) variará en función de distintos factores. Sin embargo, los valores de referencia no están estandarizados, por lo que la interpretación no siempre es fácil.

    • En cualquier caso, ningún perro debería tener todos sus pelos en fase telogénica. Este hallazgo sugiere un diagnóstico de efluvio telogénico o bien una parada folicular.
    • Durante el verano la ratio anagen/telogen debería ser alrededor de 1; un claro predominio de folículos en telogen en ese periodo sugiere enfermedad nutricional, endocrina o metabólica.

    Tallo

    Una vez examinado el bulbo se observa el tallo. El tallo del pelo debe tener un diámetro uniforme y estrecharse ligeramente hacia la punta del pelo. Debe identificarse la cutícula, y la corteza y médula deben estar bien delimitadas.

    • La presencia de tallos deformados o malformados indica una enfermedad nutricional o metabólica subyacente.
    • Pelos con un tallo normal que de repente aparecen rotos de modo limpio o se desdoblan en sentido longitudinal (tricoptilosis) sugieren trauma externo por lamido excesivo, prurito o cepillado demasiado enérgico.
    • La rotura de pelos con tallos anormales se observa en perros con alopecia por dilución de color, tricorrexis nodosa, tricomicosis axilar, efluvio anagénico, alopecia areata, tricomalacia y dermatofitosis.
    • Acúmulos de melanina distribuidos irregularmente sugieren una displasia folicular.
    • La presencia de cilindros foliculares es compatible con enfermedades que cursan con desórdenes de la queratinización como adenitis sebácea, seborrea primaria, displasia folicular, endocrinopatías y demodicosis.

    Conclusiones

    El tricograma en perro puede suponer una importante ayuda diagnóstica en dermatología a un coste muy bajo. En opinión del autor, se trata de una técnica que deberíamos incluir siempre en la evaluación inicial de pacientes con dermatopatías. En ocasiones permite establecer el diagnóstico de la enfermedad (evidencia de Demodex spp), pero aun no siendo así, nos puede aportar información valiosa para decidir los siguientes pasos a dar en la evaluación del paciente.

     Dermatitis atópica canina

    Bibliografía

    1. Miller WH, Griffin CE, Campbell KL. Diagnostic methods. In: Miller WH, Griffin CE, Campbell KL, eds. Muller & Kirk’s Small Animal Dermatology 7th ed. Elsevier Mosby: 57-107.
    2. Richman AW, Griffin CE. (2018). Trichographic features of hair from normal black Dobermann pinscher dogs. Vet Dermatol; 29:385-e128.
    3. Mueller RS, Rosenkrantz W, Bensignor E, et al. (2020). Diagnosis and treatment of demodicosis in dogs and cats: Clinical consensus guidelines of the World Association for Veterinary Dermatology. Vet Dermatol; 31: 5-27.
    4. Căpitan RGM, Noli C. (2017). Trichoscopic diagnosis of cutaneous Pelodera strongyloides infestation in a dog. Vet Dermatol; 28 :413-e100.