Tiña en gatos: dificultades diagnósticas en la dermatofitosis
Aspectos generales de la tiña en gatos
La prevalencia de la enfermedad en gatos es muy variable, dependiendo de la zona geográfica, estimándose alrededor del 5 y un 50% a nivel mundial. Es una zoonosis de interés para la salud pública que puede ser contagiada a los propietarios por sus gatos.
La dermatofitosis en gatos es muy contagiosa y además tiene una capacidad infecciosa muy elevada. Sin embargo, es una enfermedad tratable y curable que no pone en riesgo la vida del paciente. A diferencia de otras zoonosis, como las infecciones de pulgas, garrapatas u otras infecciones comunes, no se puede prevenir con procedimientos veterinarios habituales tales como vacunas o aplicación de repelentes o antiparasitarios.
La tiña en gatos con un sistema inmunológico competente suele autolimitarse y curarse. Sin embargo en casos más frágiles, como en gatitos jóvenes, la afectación de la dermatofitosis puede volverse muy extensa y prevalente.
¿Cuáles son los mayores retos clínicos en el diagnóstico de la tiña en gatos?
"Los signos clínicos de la dermatofitosis son poco específicos, por lo que debería tenerse en cuenta en el momento de realizar cualquier diagnóstico diferencial de alteraciones a nivel cutáneo. "
Concretamente, la presentación de la tiña incluye pérdida de pelo, eritema y descamación de la piel, algunos casos con prurito y en otros no. Dentro de la variabilidad de presentaciones, encontramos 3 tipos de casuísticas basas en la salud global del gato:
1. Infección simple: las lesiones son visibles pero limitadas. La salud del gato es buena más allá de las lesiones, por lo que es de esperar que responda bien al tratamiento.
2. Infección con complicaciones: son gatos con lesiones extendidas y/o inflamadas, más comunes en animales de pelo largo y espeso, que conviven con otras comorbilidades (como enfermedades respiratorias de las vías altas). También forman parte de este grupo los gatos que han sido tratados pero han sufrido resistencia al tratamiento.
3. Sin lesiones pero con cultivo fúngico positivo: son los gatos en los que no se detecta lesiones pero transmiten esporas infecciosas que están adheridas en su pelo, ya sea a nivel mecánico o bien desprenden artrosporas de lesiones incipientes indetectables a primera vista.
Alopecia, eritema, excoriaciones y pequeñas costras asociado a foliculitis con prurito provocado por Microsporum canis en un gato callejero.
Alopecia con moderado eritema en el puente nasal de un gato con dermatofitosis por Microsporum canis
Ayudas en el diagnóstico
Las herramientas diagnósticas cobran mucha importancia en la sospecha de dermatofitosis en gatos. Estas incluyen una combinación de:
- la historia clínica completa
- examen físico a luz blanca y bajo la lámpara de Wood
- examen directo de pelos bajo fluorescencia
- cultivo fúngico con recuento de UFC (unidades formadoras de colonias)
Es muy importante tener en cuenta que un examen negativo en la lámpara de Wood no descarta la enfermedad. De hecho, más de un 50% de negativos en la lámpara de Wood dan resultados positivos en el cultivo fúngico.
¿Qué factores aumentan el riesgo de contagio de tiña en gatos?
Como hemos comentado más arriba, igual que en otras enfermedades autolimitantes, el estado de salud del gato influye en el riesgo de padecer la enfermedad. Gatitos jóvenes o muy mayores, con enfermedades debilitantes concomitantes e incluso gatos que padecen estrés son más susceptibles a sufrirla.
Además hay dos factores que añaden riesgo:
- Factores que promueven microtraumas. Aumento de rascado por prurito o arañazos, exceso de humedad tras el lavado particularmente en animales de pelo espeso, y otras malas praxis en el cuidado de los gatos que aumentan el riesgo de microtraumas se relacionan directamente con mayor riesgo de tiña en gatos.
- Factores que limitan el acicalamiento felino. Es un mecanismo de defensa y limpieza natural en los gatos que, si no puede llevarse a cabo con normalidad por condiciones como la artritis en gatos sénior o como infecciones de las vías respiratorias altas puede facilitarse la infección fúngica.