Fractura de costilla: Tratamiento y diagnóstico
El traumatismo torácico es una de las causas más comunes de muerte en los perros debido a las consecuencias que acarrea. La fractura de costilla puede ocasionar daños en las estructuras intratorácicas provocando shock, disnea y alteraciones en el metabolismo ácido-base. Por eso es fundamental realizar un diagnóstico rápido que permita decidir el tratamiento más adecuado.
Las fracturas de las primeras costillas suelen ser raras en perros y gatos, pero se debe tener en cuenta que la fractura de la costilla craneal tiene una tasa de mortalidad de hasta el 36% en los animales pequeños, generalmente debido a lesiones neurológicas, cardíacas y/o enfermedad pulmonar complicada. Por otra parte, el 55% de las lesiones torácicas se acompañan de contusiones pulmonares, según un estudio de la Universidad Federal de Paraná 1.
Síntomas de traumatismo torácico
El animal con fractura de costilla puede presentar los siguientes síntomas:
- Tos
- Disnea
- Dolor
- Distorsión del tórax o enfisema subcutáneo
- Cianosis
- Neumotórax o hemotórax
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Diagnóstico de la fractura de costilla
En un primer momento se realiza un examen primario de boca y nariz, palpación del abdomen y columna, auscultación de laringe y tráquea y una palpación, auscultación y percusión del tórax comparando el hemitórax derecho e izquierdo. Hay que tener en cuenta que ruidos como el fremitus pleural se perciben mejor en el tercio inferior.
Tras analizar los signos vitales del animal (frecuencia cardiaca y respiratoria, temperatura, pulso arterial, estado de conciencia y color de las membranas mucosas para determinar el nivel de oxigenación de los tejidos y la perfusión periférica), se realiza un examen más minucioso de los órganos y estructuras de la cavidad torácica.
Se deben buscar costillas fracturadas, segmentos inestables, hematomas adyacentes a las costillas y/o enfisema subcutáneo. Si se sospecha una fractura de columna, hay que manipular al animal con extremo cuidado, al menos hasta que se estabilice o se determine radiográficamente que la columna vertebral está intacta.
Este tipo de fracturas de costilla es más frecuente en el tercio superior, en la zona cerca de la columna vertebral. Tales fracturas provocan un dolor intenso que se acentúa con el movimiento. Por eso, es habitual una disminución de los movimientos respiratorios, aunque en algunos casos la respiración puede volverse más agitada y superficial.
Cuando se produce una fractura única, la costilla puede sobresalir del tejido subcutáneo o encontrarse significativamente deprimida en el tórax. En el caso de las fracturas múltiples, generalmente se producen cerca de la articulación costo-vertebral y la articulación costo-esternal. Generan lo que se conoce como tórax inestable, que se acompaña con un movimiento paradójico de una parte de la pared torácica durante la respiración.
La radiografía de tórax es una técnica diagnóstica rápida, eficaz y no invasiva que permite evaluar el daño de la fractura de costilla. Es necesario realizar al menos dos radiografías, incluyendo las proyecciones laterales derecha e izquierda, así como ventrodorsal y dorsoventral.
Fractura de costilla: Tratamiento
Cuando solo hay una costilla fracturada, normalmente no se requiere tratamiento. De hecho, hay que tener en cuenta que la reparación quirúrgica de las fracturas de costillas demanda unas consideraciones preoperatorias especiales, como indicó un estudio realizado en la Uludag University 2, pues es probable que la cavidad pleural se abra y, si se encuentra un daño pulmonar grave, habrá que realizar una toracotomía y la resección del lóbulo pulmonar para luego reconstruir la costilla.
Las fracturas de costillas se pueden estabilizar por fijación abierta. También se pueden asegurar a un soporte externo por medio de colocación percutánea de suturas alrededor de las mismas, el cual se mantiene durante al menos tres semanas.
Es importante no aplicar vendajes apretados para estabilizar costillas fracturadas, pues puede desplazarlas medialmente y dañar los órganos internos. Además, las costillas cicatrizan en una posición inadecuada que disminuye permanentemente el volumen pulmonar.
Las complicaciones postoperatorias de las fracturas de costillas son raras, pero hay que considerar que las complicaciones por toracotomía o traumatismo pulmonar pueden ser considerables y demandan cuidados más prolongados.
Referencias Bibliográficas:
1. Wouk, F. (2009) Thoracic Trauma in Dogs and Cats. World Small Animal Veterinary Association World Congress Proceedings. En: VIN.
2. Salci, H. et. Al. (2010) Evaluation of thoracic trauma in dogs and cats: A review of seventeen cases. Iranian Journal of Veterinary Research; 11(4): 325-331.