Eczema en perros: causas de piodermatitis traumática o eczema húmedo
Artículo actualizado a 05 de diciembre de 2022
Introducción
El eczema húmedo, también denominado dermatitis húmeda aguda, dermatitis piotraumática o hot spot es una enfermedad de la piel producida por un trauma autoinducido por rascado, lamido o mordido de una determinada zona, en un intento por parte del animal de aliviar una sensación dolorosa o pruriginosa local.1
Se considera que los perros con un manto denso, como los labradores, pastores alemanes, terranovas o rottweilers, tienen una mayor prevalencia, pero el eczema húmedo en perros puede verse en cualquier animal.
Se trata de un problema frecuente en las consultas generalistas, sobre todo en pacientes que viven en climas cálidos y húmedos.1 Aunque no es una enfermedad grave, su presentación aguda y sus características clínicas suelen causar gran preocupación a los propietarios; por ello, es importante que el veterinario clínico esté familiarizado con su diagnóstico y tratamiento.
Características clínicas del eczema húmedo en perros
Desde el punto de vista clínico, el eczema húmedo en perros se caracteriza por la presencia de una lesión alopécica, de coloración rojiza, húmeda y exudativa, con un coágulo central que se corresponde con restos de un exudado proteináceo, rodeado de un halo eritematoso en la periferia de la lesión.
Se trata de lesiones de evolución muy rápida (no es infrecuente que los propietarios reporten que han aparecido en pocas horas) y que generalmente causan dolor. 1
Diagnóstico
El diagnóstico suele ser rápido y certero, ya que se trata de una lesión muy característica y frecuente, pero el diagnóstico presuntivo se puede apoyar con una citología para confirmar la presencia de bacterias y células inflamatorias. Los cultivos bacterianos están indicados en el caso de que la respuesta al tratamiento no sea la adecuada.
A pesar de que el diagnóstico clínico del eczema húmedo en perros parece sencillo, hay que tener en cuenta que su apariencia es muy similar a la de la foliculitis o forunculosis piotraumática. Es importante diferenciar una entidad de la otra porque el tratamiento es distinto.
- En general, la foliculitis piotraumática suele manifestarse como una lesión engrosada en forma de placa, rodeada de pápulas y pústulas, y que suele aparecer en la cabeza y cuello. En el examen microscópico de estas lesiones están presentes abundantes cocos Gram + en los folículos, porque existe una infección estafilocócica previa. Además, se observan focos de paniculitis, hidradenitis y un infiltrado neutrofílico.
- El eczema húmedo puro suele ser más discreto, no presenta engrosamiento y el componente bacteriano es mucho menos importante, ya que el problema primario no es infeccioso, sino que la colonización bacteriana se produce a posteriori.2
- Para diferenciar un proceso de otro es fundamental rasurar y palpar la zona. Además, esto permitirá establecer claramente cuáles son los límites de la lesión, que en ocasiones pueden no ser evidentes previamente al rasurado.
Causas subyacentes que provocan el prurito o dolor
En el diagnóstico del eczema húmedo en perros es importante tener en cuenta que este se produce por la existencia de un evento que desencadena la reacción traumática en el paciente. Las causas subyacentes citadas con mayor frecuencia incluyen:
- Parásitos externos (especialmente dermatitis alérgica a la picadura de pulga).
- Enfermedades alérgicas.
- Otitis externa.
- Enfermedades de las glándulas anales.
- Contacto con sustancias irritantes.
- Presencia de cuerpos extraños en la piel, dolor a nivel musculoesquelético.
- Psicosis.1
Se llevó a cabo un estudio prospectivo para investigar las correlaciones entre dermatitis piotraumática, histopatología de las lesiones y posibles causas predisponentes. En el estudio se valoraron estadísticamente 44 perros, de cuatro años o menos. Los lugares más habituales donde se encontraron las lesiones fueron el cuello, la mejilla y el muslo lateral, resultando una relación significativa entre la raza y el sitio de la lesión. En cuanto a la estacionalidad y ambientalidad, el estudio se realizó en un área sin pulgas endémica y no pareció hallarse relación entre la estación del año y la lesión y su causa, o con la edad y el sexo de los animales.
Se incluyeron 14 razas y las más afectadas fueron el golden retriever, el pastor alemán y el rottweiler.
En cuanto a la histopatología de las lesiones, estas se podían dividir en cuatro tipos en función de la presencia/ausencia de eosinófilos y de la presencia/ausencia de foliculitis. No pudo relacionarse la histopatología con la edad, la raza o el sexo, pero si se apreció que en 29 casos había presencia de eosinófilos en la lesión y 20 de ellos sufrían foliculitis aguda.
No pareció haber una correlación entre los resultados histopatológicos y las otras características, pero sí podemos considerar una predisposición racial y una histopatología característica del eccema húmedo.
Eczema en perros: tratamiento
El eccema húmedo es un problema relativamente fácil de solucionar; el reto consiste normalmente en averiguar la razón por la que se ha producido, lo que es muy importante a la hora de enfocar el tratamiento y que este sea efectivo a largo plazo.
Para tratar el eccema húmedo, lo primero que debemos hacer es rasurar la zona para ayudar a que las limpiezas con soluciones antisépticas sean efectivas. En función de la extensión de la lesión y el carácter del animal puede ser necesaria la sedación o incluso una anestesia general de corta duración porque el procedimiento puede resultar bastante doloroso.
Una vez limpia la zona, si la lesión no es severa y el autotraumatismo posterior se considera poco probable, podría tratarse simplemente con desinfección periódica con povidona yodada o clorhexidina y el uso de un producto secante a base a acetato de aluminio, o bien con una combinación de mentol y hamamelis, aplicado 2-3 veces al día.
Si hay riesgo de autotraumatismo, la mayoría de los animales se beneficiarán de la administración tópica de glucocorticoides (aceponato de hidrocortisona, betametasona o triamcinolona), combinados o no con antibióticos. Aunque el eczema húmedo no es un problema infeccioso primario, un artículo mostró que la combinación tópica de prednisolona con neomicina era más eficaz que la aplicación de neomicina sola, y esta a su vez más que la prednisolona sola.3
Por otra parte, aunque hay quien recomienda tratamiento sistémico con antibióticos y glucocorticoides de modo rutinario, en un estudio al respecto no se encontraron diferencias significativas entre la aplicación tópica 2 veces al día de un gel a base de betametasona y ácido fusídico, y la inyección inicial de dexametasona (0,1 mg/kg) junto a la administración de amoxicilina/clavulánico (15 mg/kg/12 horas/7 días).4 En cualquier caso, perros con lesiones severas pueden requerir de la administración de corticoides sistémicos durante unos pocos días. Por tanto, se recomienda uso de glucocorticoides y la no utilización de antibióticos.
En el caso de que la piodermatitis se haya producido por una alergia a la picadura de la pulga (DAPP), es fundamental una desparasitación completa, además de la prevención, y puede que sea necesaria la administración de corticoesteroides para controlar la reacción alérgica.
Resulta conveniente apoyar el tratamiento médico con productos que nos ayuden a restablecer la capa protectora natural de la piel, como champús con fitoesfingosina o suplementos nutricionales como ácidos grasos. La champuterapia está demostrando ser muy efectiva a la hora de mantener el ph fisiológico de la piel, así como para hidratar y calmar el picor.
Conclusiones
El eczema húmedo es una enfermedad frecuente en perros que viven en zonas cálidas y húmedas. Aunque no es un problema grave y generalmente la respuesta al tratamiento es favorable, para los propietarios puede resultar frustrante que el perro la sufra incluso varias veces al año. En este sentido, es muy importante encontrar y eliminar la causa subyacente. Por último, no deberíamos asumir que todas las lesiones con aspecto de eczema húmedo lo son realmente, sino que habría que considerar la posibilidad de una posible foliculitis piotraumática, sobre todo, si pensamos usar corticoides sistémicos.