Cheyletiella en perros: signos clínicos, diagnóstico y tratamiento
Introducción
Cheyletiella spp es un ácaro parásito que vive en la superficie de la piel, donde completa la totalidad de su ciclo vital, que dura unas 3-4 semanas. Cheyletiella spp puede afectar al perro, gato, conejo, así como al ser humano. Aunque no existe una especificidad estricta entre las distintas especies de este ácaro y los posibles hospedadores potenciales, se asume la mayoría de casos de Cheyletiella en perros están causados por C. yasguri.1-3
Cheyletiella. Imagen gentileza de Chiara Noli
La cheyletiellosis está considerada una enfermedad muy contagiosa, especialmente entre animales jóvenes que viven en concentración y en malas condiciones higiénicas. Aunque pueden verse afectados perros de cualquier raza, se ha reportado una mayor predisposición en el bóxer y cocker americano.1,3
Se desconoce la incidencia real de cheyletiellosis en perros, pero la creencia general es que el uso rutinario de antiparasitarios externos está reduciendo su prevalencia, porque muchos de los productos utilizados en la actualidad para el control de pulgas y garrapatas también son eficaces contra Cheyletiella spp. En cualquier caso, se sigue viendo Cheyletiella en perros; y por ello, es importante que el veterinario esté familiarizado con la enfermedad.
Cuadro clínico
El cuadro clínico causado por Cheyletiella en perro es muy variable. Algunos perros pueden no presentar signo clínico alguno y actuar como portadores asintomáticos. Otros, sin embargo, muestran un prurito muy intenso. En estos últimos, el primer signo que suele observarse es la presencia de una descamación seca no pruriginosa o con prurito muy leve. Con el tiempo, la descamación se hace más severa, puede aparecer alopecia y el prurito aumenta su intensidad.1
Clásica descamación seca en un perro afectado de Cheyletiella. Imagen gentileza de Chiara Noli
De modo más o menos general, existe una correlación positiva entre la severidad de la infestación y el grado de prurito. Sin embargo, algunos animales en los que se aíslan muy pocas formas parasitarias presentan prurito muy severo, probablemente por reacciones de hipersensibilidad al ácaro. Algunos perros pueden presentar costras en las puntas de los pabellones auriculares, similares a las que se observan en la sarna sarcóptica.1
Diagnóstico la infestación por Cheyletiella en perro
El diagnóstico de Cheyletiella en perro se hace mediante la identificación del ácaro o sus huevos usando una lupa potente o un microscopio a bajos aumentos.
Toma de muestras (pelo y escamas)
Se han descrito distintos métodos para la obtención de los materiales (pelo y escamas) que serán examinados al microscopio. Estos incluyen depilación, raspado con bisturí, método de la cinta adhesiva, aspirado y peinado con peine de pulgas. Con el uso del peine de pulgas se ha descrito una sensibilidad diagnóstica del 85%.1,2 Por otra parte, un estudio en el que se comparaba la eficacia diagnóstica de varios de estos métodos evidenció que con el aspirado se detectaba Cheyletiella spp en el 100% de los animales, mientras que, con la cinta adhesiva, depilado y raspado de piel, se aislaron ácaros en el 73,19%, 54,2% y 40,9% de los animales, respectivamente.2
Preparación de la muestra
Una vez obtenido el material, puede:
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Mezclarse con aceite mineral y examinarse directamente al microscopio,
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O puede colocarse en una solución de hidróxido potásico al 10% durante 30 minutos, centrifugarse a 1500 rpm durante 10 minutos y examinar al microscopio la capa más superficial del sobrenadante.1,2
Detección del ácaro en heces
En animales que se lamen mucho como consecuencia del prurito es posible identificar el ácaro en las heces. Los huevos de Cheyletiella spp son parecidos a los de los anquilostomas, pero 3-4 veces más grandes.
Ensayo terapéutico
Por último, si no se identifica el ácaro pero la sospecha clínica es alta, un ensayo terapéutico puede ayudar a confirmar o excluir el diagnóstico.1
Diagnóstico diferencial
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Si hay poco prurito o no existe: en perros que solo presentan descamación y poco o nulo prurito, el diagnóstico diferencial de la cheyletiellosis debería incluir seborrea primaria, parasitismo intestinal, malnutrición, demodicosis, sarna otodéctica, pediculosis e infestación por pulgas.
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Si el prurito es intenso: en este caso debemos considerar sarna sarcóptica, dermatitis alérgica a la picadura de pulga y alergia alimentaria.1
Tratamiento
Diversos antiparasitarios externos de uso rutinario en clínica son eficaces frente a Cheyletiella en perros. Entre estos se incluyen el fipronilo, ya sea en spray (2-4 pulverizaciones/kg/2-4 semanas) o en spot-on (cada 2-4 semanas), la selamectina (aplicada mensualmente) y la combinación imidacloprid 10% / moxidectina 2,5% (0,1 ml/kg/15-30 días).1, 4, 5
Otros tratamientos descritos en la literatura incluyen: ivermectina (200-300 μg/kg/14 días vía subcutánea o cada 7 días vía oral) y milbemicina (2mg/kg, semanales).1,2,5,6.
En cuanto a la duración del tratamiento, y con el objeto de romper el ciclo de ácaro completamente, se recomienda tratar durante un periodo de 6-8 semanas, y siempre deben tratarse todos los animales que convivan con el paciente afectado, aunque no muestren signos clínicos.
Por otra parte, es importante una adecuada desinfestación o eliminación de las camas y materiales de aseo de todos los animales.
Conclusiones
El uso rutinario de ectoparasiticidas ha reducido mucho los casos de Cheyletiella en perro. Sin embargo, todavía es posible ver pacientes afectados por esta condición, sobre todo en cachorros que viven hacinados y en malas condiciones higiénicas. Por lo que hace al tratamiento, y aunque todavía no hay estudios al respecto, es probable que las isoxazolinas también pudieran ser eficaces en el control de esta enfermedad.