Sarna sarcóptica: reflejo pedal-pinnal como diagnóstico
¿Qué es la sarna sarcóptica?
La sarna sarcóptica es una enfermedad parasitaria causada por el ácaro Sarcoptes scabiei var. Canis. Se presenta como una dermatitis pruriginosa intensa que puede producir reacciones de hipersensibilidad de tipo I, III y IV en el perro. En muchos casos un número reducido de ácaros causa prurito extremo, por lo que se sospecha que la causa directa del cuadro clínico puede ser la reacción de hipersensibilidad.
El ácaro Sarcoptes tiene un tamaño de 200 a 400 micras y solo son visibles el par de patas anteriores, que tienen largos pedúnculos no articulados con ventosas terminales. Se alimentan de detritus cutáneos en la superficie epidérmica durante la mayor parte del ciclo vital, que dura de 12 a 15 días. Finalmente, las hembras grávidas excavan galerías en el estrato córneo para depositar los huevos. Una vez eclosionados, las larvas ascienden de nuevo a la superficie.
Adaptado de: http://www.iqb.es/dermatologia/atlas/sarna/escabiosis02.htm
La transmisión de este parásito se produce de perro a perro por contacto directo. Muy rara vez una persona puede verse afectada, y solo de manera transitoria. El animal infestado mostrará rascado intenso y también se lamerá y morderá en las zonas más afectadas, que suelen situarse alrededor de orejas y ojos, en ingles y en codos.
Diagnóstico de la sarna sarcóptica
El diagnóstico puede ser complejo porque a menudo el número de ácaros presentes es muy pequeño en relación a la reacción pruriginosa observada. Por tanto, la observación directa del ácaro en raspado puede ser difícil. Además, los signos clínicos pueden aparecer enmascarados por otros tratamientos antipruriginosos que ya se estén aplicando.
Para realizar correctamente el raspado deben escogerse al menos 5 zonas distintas, donde se observen las lesiones más recientes. Hay que tener en cuenta que a pesar de estar presente el ácaro, hasta el 75% de los raspados puede dar negativo. Por tanto, el raspado negativo no descarta la enfermedad en ningún caso.
También puede utilizarse serología mediante ELISA para IgG frente a Sarcoptes, pero en este caso el animal debe haber padecido la sarna durante 3-4 semanas como mínimo para que los anticuerpos sean detectables. Por esta razón, esta prueba resulta más eficaz como seguimiento del paciente una vez iniciado el tratamiento.
En ocasiones debe recurrirse al ensayo terapéutico con un acaricida de referencia para Sarcoptes si existe sospecha clínica, aunque no pueda confirmarse de forma analítica.
Para saber más sobre las distintas dermatitis pruriginosas y cómo diferenciarlas, puedes acceder a este curso.
Valor diagnóstico del reflejo pedal-pinnal
Se utiliza a menudo el reflejo de rascarse la oreja, o reflejo pedal-pinnal, como técnica de soporte del diagnóstico de la sarna sarcóptica. Doctores australianos realizaron un estudio (1) para objetivar el valor diagnóstico de esta prueba. Analizaron la activación del reflejo en 588 perros con enfermedad cutánea frotando vigorosamente la base de la oreja durante 5 segundos. La activación del reflejo se observa positivo si la pierna del mismo lado del cuerpo hace el movimiento de rascado.
Valor predictivo positivo: 0,57 Valor predictivo negativo: 0,98
Tras estudiar la respuesta al estímulo de estos perros y obtener el diagnóstico final mediante otras técnicas, se observó reflejo positivo en el 82% de los perros con sarna sarcóptica y solo en el 6,2% de los animales con otras patologías cutáneas. En base a estos resultados, los investigadores obtuvieron que la especificidad de esta prueba es de un 93,8% y la sensibilidad, del 81,8%. Se considera, pues, que la activación del reflejo pedal-pinnal es una buena ayuda dada la complejidad diagnóstica de esta enfermedad.
Tratamiento de la sarna sarcóptica
El tratamiento debe realizarse sobre el paciente y en todos los animales que comparten hábitat. Para ello suelen utilizarse acaricidas, aunque los usados para el tratamiento de garrapatas y pulgas pueden tener un resultado solo parcial.
Actualmente, el tratamiento indicado son productos spot-on a base de selamectina o moxidectina-imidacloprid, según indicaciones del fabricante.
Por último, el tratamiento ambiental solo suele ser necesario en núcleos zoológicos (criaderos, albergues, perreras ), pero es muy recomendable realizar una limpieza profunda de camas, cepillos, alfombras y otras superficies donde pueda cobijarse el ácaro para evitar reinfestaciones.
Una alimentación adecuada también ayudará al paciente canino a recuperar antes la barrera protectora de su piel. En el siguiente vídeo puedes ver cómo: