Alergia piel perros: ¿Afecta a la cinética de la hidrocortisona cutánea?
La alergia de la piel en perros es un problema relativamente común cuya incidencia sigue creciendo. Algunas razas están más predispuestas, como el Bulldog francés y el West Highland White Terrier. En la dermatitis atópica, la causa más común son los alérgenos ambientales, generalmente los ácaros del polvo, aunque también puede deberse al polen o a algunos alimentos, como indicó un estudio realizado en la Universidad de Edimburgo 1.
A medida que el problema se cronifica, el eritema da paso a zonas de hipotricosis, debido al rascado, e hiperpigmentación hasta que finalmente aparece la liquenificación. En las fases crónicas la barrera de la piel se altera, tanto por la inflamación como por las infecciones secundarias.
Hidrocortisona y alergia cutánea
La alergia cutánea en perros se puede tratar con diferentes abordajes terapéuticos, entre los cuales se incluye el uso de glucocorticoides como la hidrocortisona. Estos actúan reduciendo la inflamación y disminuyendo el prurito, por lo que también se reduce el rascado y la irritación cutánea que este provoca. Esta terapia se recomienda cuando la inflamación está localizada, generalmente en los casos leves, aunque también se puede aplicar en las fases crónicas tras una terapia sistémica que haya controlado los principales signos clínicos.
La hidrocortisona se acumula en la piel, permitiendo una eficacia local a bajas dosis, por lo que suele reportar una mejoría rápida de las lesiones dérmicas que caracterizan los casos de dermatosis inflamatoria y prurítica.
Un estudio realizado en la Universidad de Queensland 2 analizó precisamente el efecto de la enfermedad alérgica cutánea sobre la cinética de la penetración a través de la piel canina in vitro de la hidrocortisona. A partir de fragmentos de piel lesionada y normal de las regiones dorsal torácica y lumbosacra dorsocaudal de 5 cadáveres caninos afectados de dermatitis alérgica por pulgas, se apreció una alteración de la penetración transdérmica de la hidrocortisona.
Tras aplicar una solución saturada de hidrocortisona y valorar su acción durante más de 30 horas, los investigadores constataron que la penetración transdérmica puede duplicarse o multiplicarse por 10, en comparación con la piel no lesionada. Aunque indican que estos resultados pueden estar mediados por variables como la gravedad de la enfermedad, las infecciones concurrentes y las diferencias interindividuales en las características de la piel, es importante tener en cuenta que la aplicación tópica de glucocorticoides en la piel lesionada debido a una enfermedad alérgica puede provocar una penetración más alta de lo anticipado, de manera que los efectos secundarios sistémicos pueden ser mayores.
Las ceramidas en el tratamiento de las alergias cutáneas
En la piel normal, los queratinocitos segregan al espacio intercelular ceramidas que contienen ácido linoleico n-6, las cuales aseguran la cohesión celular y la eficacia de la barrera cutánea. Sin embargo, en problemas cutáneos como la dermatitis atópica se producen cambios en la organización de los lípidos del estrato córneo. Según un estudio realizado en la Universidad de Cornell 3, disminuyen los metabolitos del ácido linoleico n-6 y α-linoleico n-3 debido a un déficit en la actividad de las enzimas desaturasas ∆-5 y ∆-6 a nivel epidérmico.
Una investigación realizada por Affinity 4 en un modelo de piel artificial canina ha analizado el efecto de la administración oral de distintos ingredientes funcionales sobre la salud de la piel. Se ha apreciado que una dieta con ácidos grasos esenciales omega-6 (n-6) asegura la cohesión de la epidermis, ayuda a mantener la hidratación de la barrera cutánea y aporta precursores de los eicosanoides y otros componentes y mediadores de la función celular.
Esto indica que una dieta adecuada, como ATOPIC y ATOPICRABBIT, puede mejorar la función de la barrera cutánea, favorecer la cicatrización y disminuir la respuesta inflamatoria alérgica y el prurito, por lo que es recomendable incluirla como parte de las medidas de soporte general a las intervenciones terapéuticas más específicas para las alergias cutáneas en perros.
1. Hill, P.B. & DeBoer, D.J. (2001) The ACVD task force on canine atopic dermatitis (IV): environmental allergens. Vet Immunol Immunopathol; 81(3-4): 169-186.
2. Ahlstrom, L.A., Cross, S.E. & Mills, P.C. (2011) The effects of skin disease on the penetration kinetics of hydrocortisone through canine skin in vitro. Vet Dermatol; 22(6): 482-489.
3. Brenna, J. T. et. Al. (2009) alpha-Linolenic acid supplementation and conversion to n-3 long-chain polyunsaturated fatty acids in humans. Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids; 80(2-3): 85-91.
4. Ferrer, L. et. Al. (2016) Dermatitis atópica canina. Affinity Petcare: Research Reports; 1-8.