Acné felino: Características clínicas, infecciosas e histológicas
El acné felino es un problema bastante común que afecta aproximadamente al 3,9 % de los gatos que sufren problemas dermatológicos, según un análisis de más de 1.000 gatos realizado en la Universidad de Cornell1, aunque su incidencia podría ser mayor ya que en muchos casos pasa inadvertido, sobre todo en sus primeras etapas.
En la patogénesis del acné felino pueden intervenir diferentes factores, desde un aumento de la actividad de las glándulas sebáceas hasta anomalías en el ciclo de crecimiento del pelo, una alteración localizada de la queratinización, infecciones virales e inmunodepresión.
El acné felino puede afectar a machos o hembras de distintas razas y edad, aunque es relativamente más frecuente en animales jóvenes, con una media de edad de 4 años. Puede estar relacionado con enfermedades como la dermatofitosis, demodicosis y dermatitis por Malassezia.
Los síntomas del acné felino
En los casos leves, el gato mostrará pequeños puntos negros en la barbilla y los labios, que son las zonas donde se concentra el mayor número de glándulas sebáceas. Aunque generalmente la lesión primaria aparece en la barbilla y solo en algunos casos se extiende hasta el labio. En los animales de capa blanca o clara, esos puntos suelen tener un color amarillento. Se trata de lesiones no inflamatorias que cursan sin dolor ni prurito.
Cuando el acné se agrava, se notará la presencia de pústulas y forunculosis. Debido al prurito y al dolor, es habitual que el animal se rasque y frote esas zonas. De hecho, un estudio publicado en la revista Veterinary Dermatology2 reveló que las lesiones dermatológicas más comunes eran:
- Comedones en el 73 % de los casos.
- Alopecia en el 68 % de los casos.
- Costras en el 55 % de los casos.
- Pápulas en el 45 % de los casos.
- Eritema en el 41 % de los casos.
También suelen aparecer infecciones de diferente grado, en cuyo caso el gato puede experimentar además inapetencia, letargia y pérdida de peso.
Hallazgos infecciosos e histológicos vinculados al acné felino
Para diagnosticar el acné felino, se recomienda realizar un estudio citológico, cultivo bacteriano y micológico, raspados y/o biopsia. El citado estudio analizó muestras de acné con inmunohistoquímica de 22 gatos. Los resultados mostraron que el 18 % de los animales afectados presentaban evidencias citológicas de la presencia de Malassezia pachydermatis y el 4,5 % presentaban Microsporum canis. En el 45 % de los gatos se identificaron bacterias, las más comunes fueron: Staphylococcus coagulasa-positivos y Streptococcus alfa-haemolíticos.
Desde el punto de vista histológico, se apreció:
- Inflamación linfoplasmocitaria periductal en el 86 % de los casos.
- Dilatación del conducto de la glándula sebácea en el 73 % de los casos.
- Queratosis folicular con taponamiento y dilatación en el 59 % de los casos.
- Oclusión epitriquial de la glándula y dilatación en el 32 % de los casos.
- Foliculitis en el 27 % de los casos.
- Adenitis sebácea piogranulomatosa en el 23 % de los casos.
- Furunculosis en el 23 % de los casos.
Estos hallazgos coinciden en cierta medida con los resultados de otra investigación publicada en The Japanese Journal of Veterinary Dermatology3. Estos investigadores notaron cambios histopatológicos según el estadio de la enfermedad. En la primera fase de comedones se apreció hiperqueratosis y distensión de los folículos pilosos y glándulas sebáceas, así como una moderada inflamación linfoplasmocitaria periductal. En la fase de inflamación/infección se constató la presencia de perifoliculitis, foliculitis luminal supurativa, furunculosis piogranulomatosa y adenitis sebácea granulomatosa.
Dado que la foliculitis y furunculosis secundarias son problemas relativamente comunes, presentes en el 41,9 % de los casos con acné felino, estos investigadores concluyen que “todos los gatos con lesiones inflamatorias tienen evidencias citológicas de una infección bacteriana”.
1. Scott, D. W. et. Al. (2012) Feline dermatology at Cornell University: 1407 cases (1988–2003). Journal of Feline Medicine and Surgery; 15(4): 307-316.
2. Jazic, E. et. Al. (2006) An evaluation of the clinical, cytological, infectious and histopathological features of feline acne. Vet Dermatol; 17(2): 134-140.
3. Scott, D. & Miller, W. H. (2010) Feline Acne: A Retrospective Study of 74 Cases (1988–2003). The Japanese Journal of Veterinary Dermatology; 16(4): 203-209.