Pancreatitis en gatos. Signos clínicos, enfermedades concurrentes y tratamiento
Las enfermedades gastrointestinales constituyen una de las tres principales causas de morbilidad felina. Estas engloban la insuficiencia pancreática exocrina (IPE) como el trastorno más frecuente del páncreas exocrino en gatos.
A pesar de la poca información existente sobre la presentación clínica, a partir de diversos estudios realizados, podemos encontrar los siguientes signos clínicos:
Características clínicas
- Pérdida de peso
- Heces sin formar
- Capa de pelo pobre
- Otros: anorexia, aumento del apetito, letargo, diarrea acuosa, vómitos.
Además de la IPE, son varias las enfermedades que pueden provocar diarrea y/o vómitos, entre ellas, la presencia de cuerpo extraño, bolas de pelo, infecciones, problemas de intolerancia/hipersensibilidad a la alimentación y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Dada la naturaleza reservada de los gatos, estos signos clínicos pueden pasar desapercibidos e incluso aceptar el proceso como algo normal si se cronifica.
La IPE en gatos tiene a menudo una presentación clínica diferente que en los perros, obedeciendo a una etiología diferente (si quieres más información sobre la pancreatitis en perros haz clic aquí).
En cuanto a la edad, el rango de la misma para IPE en gatos es amplio, incluso muchos gatos pueden tener ?5 años de edad.
Enfermedades concurrentes
La pancreatitis en gatos con frecuencia cursa con una enfermedad concurrente en otros órganos, aparatos o sistemas. Es relevante sospecharla pues en más de la mitad de casos de felinos sometidos a autopsia, que aparentemente estaban sanos, podemos hallar datos de inflamación pancreática.
En gatos, la pancreatitis crónica es más frecuente que la aguda, constituyendo hasta el 90% de todos los casos de pancreatitis (a diferencia de los perros, como hemos expuesto anteriormente, en los que es más frecuente que se deba a una atrofia acinar pancreática).
La enfermedad inflamatoria multiorgánica (también llamada triaditis) es el término utilizado para describir la inflamación concurrente del páncreas, el hígado y el intestino delgado. Según diferentes fuentes, se ha notificado triaditis en 50-56% de los gatos con pancreatitis y 32-50% afectados de colangitis/hepatopatía inflamatoria, por ello, los gatos con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y/o enfermedad biliar deben considerarse en riesgo de padecer este trastorno.
Otras enfermedades concomitantes incluyen diabetes mellitus, déficit de vitaminas (B12, folato o vitamina K), linfoma intestinal, nefritis, tromboembolia pulmonar y derrame pleural y peritoneal.
Respuesta al tratamiento
La estrategia terapéutica incluye:
Dieta:
- Selección de fuentes de proteínas nuevas intactas (antígeno bajo) o proteínas hidrolizadas, para, minimizar la exposición a posibles alérgenos, y por su elevada digestibilidad, respectivamente. Además, puesto que puede asociarse a EII y/o colangitis, estos gatos responden bien a las fuentes de proteínas seleccionadas.
- Reducción de grasas a fin de tratar la mala digestión.
- Alta digestibilidad, mejorando la absorción de nutrientes y reduciendo la diarrea osmótica y la producción de gases (para tener más información haz clic aquí).
- La nueva dieta Feline Gastroentric Sensitive que aporta la cantidad diaria necesaria de B12.
Suplementos:
- Aporte complementario de vitamina B12 (cobalamina): en gatos la absorción de dicha vitamina es compleja y depende principalmente de la función pancreática y de la salud de la mucosa del intestino delgado. Se recomienda su aporte complementario en concentraciones séricas<300 ng/L (para tener más información sobre la suplementación con vitamina B12 haz clic aquí)
- Enzimas pancreáticas: tratamiento que debe ser mantenido de por vida, buscando la mínima dosis de control.
La mayoría de ellos responde bien al tratamiento apropiado para la IPE, y la suplementación con vitamina B12 parece ser necesaria para obtener una buena respuesta.