Otohematoma en gatos. Causas y posibles tratamientos
Las causas del mismo actualmente necesitan de una mayor investigación porque en estudios recientes el conocimiento de la fisiopatología del otohematoma ha ido evolucionando. La teoría aceptada actualmente, es que explica que el otohematoma en el felino ocurre como resultado de la aplicación de fuerzas externas en el pabellón auricular con el consiguiente sangrado. Por ejemplo, un gato que se rasque la oreja de forma secundaria a una otitis externa o un gato que realiza sacudidas bruscas de la cabeza generarían unas fuerzas externas sobre el pabellón auricular que causarían un traumatismo con el consiguiente sangrado y formación del otohematoma. Así pues, el otohematoma se desarrollaría en felinos que presentan una patología subyacente que les obligue a rascarse o a mover la cabeza de forma brusca. Por poner un ejemplo, tenemos la otitis externa pruriginosa o una hipersensibilidad felina.
Sin embargo, con estudios recientes, se han ido postulando otras teorías que introducen la inmunidad en el mecanismo fisiopatológico. Esto se evidenció en un estudio1 que demostró que todos los gatos y perros analizados que tenían otohematoma presentaban Coombs positivo en el suero y en el fluido que se extraía del pabellón auricular. Aun así, el mecanismo inmunológico aún no ha podido ser explicado por completo por lo que aún no se ha aceptado de forma oficial el papel inmunológico en su producción.
En cuanto al tratamiento, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nos está indicando que en la mayoría de casos existe una patología subyacente. Por ello, el primer paso será evaluar el animal para descartar patologías que asocien al otohematoma (patologías pruriginosas como otitis externas, sobretodo micóticas, o una dermatitis atópica).
Posterior a la evaluación del animal, lo que tenemos que saber es que el otohematoma en el gato es una condición benigna, aunque sin tratamiento puede desarrollarse una retracción auricular y fibrosis del cartílago auricular. Una vez se ha tratado, la complicación principal es su posible recurrencia. Existen tanto tratamientos quirúrgicos como conservadores (farmacológicos y no farmacológicos) aunque debemos insistir una vez más en que el tratamiento de la causa subyacente es crucial para disminuir la recurrencia del mismo. Además dado la importancia del prurito en la generación del otohematoma, conocer las últimas evidencias científicas sobre el prurito es esencial para el correcto manejo de esta patología así como la importancia de una correcta dieta para su control y manejo.
El tratamiento del propio otohematoma se basa en una aproximación inicial conservadora con aspiración y drenaje del hematoma con aguja fina. También se pueden usar los corticoides, por vía oral o intralesional, para el control del mismo al disminuir el prurito y facilitar su curación.
En caso de que el otohematoma sea muy voluminoso existen los procedimientos quirúrgicos, siendo la técnica más común la incisión curvilínea en S con suturas escalonadas.
Así pues, a pesar de que el otohematoma sea una condición benigna, su tratamiento es importante para evitar deformaciones del pabellón auricular y además es un indicador de patología subyacente que no debemos de pasar por alto.
1-Kuwahara J. Canine and feline aural hematoma: clinical, experimental, and clinicopathologic observations. Am J Vet Res 1986;47:23008.
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