Cáncer de piel en perros. Estado nutricional y consejos dietéticos
¿Qué es el cancer de piel y cómo identificarlo?
El cáncer de piel es una de las patologías cutáneas más frecuentes. Las lesiones se pueden presentar en forma de nódulos, masas pedunculadas o prominencias anormales que pueden ir acompañadas de pérdida de la integridad tisular.
Dependiendo de la zona o la afectación del tipo de células cutáneas reciben varios nombres (lipoma, papiloma, hemangioma...) y se caracterizan por su rápida progresión (relacionado con tumores benignos) y la tendencia a producir metástasis (propiedad de los tumores malignos). El cáncer de piel muestra cada vez una incidencia mayor, relacionada con el aumento de la supervivencia de los perros lo que proporcionaría más tiempo a desarrollar estas displasias cutáneas.
El objetivo del tratamiento es la supresión de las células cancerígenas mediante cirugía, quimioterapia y radioterapia y el manejo de la sintomatología secundaria como el dolor, la presencia de náuseas y vómitos, la aparición de infecciones o la fiebre. La disminución de peso debido a la anorexia es muy común en estos casos, tanto el proceso de enfermedad como la quimioterapia pueden conducir a una pérdida del apetito. Se debe de valorar el estado corporal y nutricional: en el perro con cáncer es esencial llevar un control del peso y de la masa muscular puesto que las necesidades nutricionales están aumentadas (en cuanto a energía y nutrientes), pudiendo conducir en algunos casos a la aparición de caquexia y a la degradación del estado general. La pérdida excesiva de peso y de masa muscular no son exclusivamente de origen neoplásico sino que también aparecen en otras patologías como la diabetes mellitus, la enfermedad cardíaca y renal y el hipertiroidismo.
La nutrición durante el tratamiento del cáncer de piel
La nutrición proporcionada al perro durante el proceso de enfermedad en este caso reporta beneficios tanto para el tratamiento como para la prevención de la enfermedad. Se ha demostrado que las dietas ricas en antioxidantes naturales como los beta-carotenos, el selenio, los retinoides y las vitaminas C y E previenen la carcinogénesis.
En la enfermedad oncológica los dos objetivos nutricionales fundamentales son: inhibir el crecimiento tumoral y evitar o tratar la caquexia. Dado que la glucosa es el sustrato energético fundamental para las células tumorales en crecimiento la estrategia es forzar al tumor a utilizar otros sustratos para reducir la proliferación celular, por ello debemos decantarnos por alimentos ricos en grasa (mínimo 25%) y proteínas (mínimo 35%) y pobres en hidratos de carbono. El mayor aporte en proteínas y grasas ayudará a compensar el incremento de pérdidas de estos nutrientes consecuencia de la caquexia tumoral. También es muy importante aportar aminoácidos a la dieta puesto que está demostrado que reducen el crecimiento tumoral, por el contrario el uso de suplementos de antioxidantes es controvertido, puesto que pueden favorecer la supervivencia de las células tumorales. El aporte de suplementos de aceite de pescado se ha relacionado con una mejor recuperación de la radioterapia, con una potenciación de la muerte del tejido tumoral y con una disminución de la inflamación del tejido circundante al tumor.
Los perros atópicos presentan inflamación cutánea que puede estar relacionada con la aparición y la hiperplasia de lesiones en la piel. En el caso de la existencia de estas lesiones y sobretodo en el caso de que haya protrusión asociada, el prurito presente en estos perros con el rascado consecuente puede ocasionar heridas susceptibles a infectarse, por ello también se deben tener en cuenta las características especiales de su dieta. Si quieres saber más acerca de otras patologías relacionadas con la dieta consulta nuestra guía.