Ascitis en gatos. ¿Cuáles son sus causas y tratamiento?
Etiopatogenia
En la clínica diaria, es frecuente la presentación de gatos con agrandamiento y deformación abdominal. Generalmente, los pet parents lo describen como un lento, pero progresivo, aumento de peso.1
Esto puede deberse a la ascitis, un síndrome causado por una gran variedad de patologías, que consiste en un acúmulo de líquido en la cavidad abdominal.1,2 En sentido estricto, se refiere a la acumulación de líquido de origen no inflamatorio (trasudado), pero se utiliza también para aquel de etiología inflamatoria (exudado) y, en sentido más amplio, para las acumulaciones de orina, sangre, bilis o quilo.1
En la cavidad abdominal, el intercambio de fluidos se realiza a través de una membrana semipermeable, y los factores que intervienen son la presión hidrostática, la presión oncótica, la permeabilidad de la membrana y el drenaje linfático. Si la presión hidrostática se eleva (como en la insuficiencia cardíaca global o en presencia de neoplasias), o la presión oncótica disminuye (como en la hipoalbuminemia), o la membrana se inflama y se produce exudación (es decir, ocurre peritonitis), la capacidad de drenaje linfático puede ser superada y se genera una acumulación de líquido libre.1
Algunas causas de ascitis son:1
- Insuficiencia cardíaca (derecha o global).
- Hepatopatías crónicas.
- Hipoproteinemias.
- Obstrucción de la vena porta.
- Neoplasia abdominal.
- Peritonitis (ruptura de vías urinarias o biliares, u otras causas).
- Neoplasia intratorácica.
- Hemoperitoneo.
- Peritonitis infecciosa felina.
- Quiloperitoneo.
Diagnóstico
En el diagnóstico de la ascitis es muy importante realizar una correcta anamnesis, así como una inspección, palpación y palpación-percusión.1,2
Si se duda sobre la existencia del líquido o no hay certeza de que éste se encuentre contenido en un órgano, es conveniente realizar una radiografía o una ecografía.1
El líquido libre abdominal tiene una imagen radiográfica característica de “vidrio esmerilado” y, según su cantidad, puede dificultar la observación de los límites de los distintos órganos. Muchas veces impide sacar conclusiones sobre el tamaño o la posición de las vísceras; sin embargo, la posición de la burbuja gástrica puede dar indicios del tamaño hepático, y la ubicación de los intestinos puede revelar la existencia de una masa que los desplaza hacia caudal o dorsal.1
La presencia de líquido libre constituye un elemento valioso para la observación ecográfica. Se recomienda realizar la ecografía antes de la punción y la evacuación del líquido ascítico, permitiendo detectar ascitis muy poco voluminosas. Además, proporciona información sobre el tamaño, posición y estructura de los distintos órganos. En los pacientes con patologías intratorácicas (cardiopatías, neoplasias), identifica la dilatación de las venas hepáticas.1
Cuando se ha establecido a presencia de líquido libre, se debe proceder a la laparocentesis y obtención de una muestra del líquido ascítico.1
La punción puede realizarse con aguja adecuada al tamaño del paciente (25/8 en felinos), con guía de extracción o con un catéter intravenoso conectado a una llave de tres vías. La muestra obtenida debe ser fraccionada en un tubo con anticoagulante para evaluación fisicoquímica y citológica, otro sin anticoagulante para observar la tendencia a coagular, y uno estéril si se desea realizar un cultivo.1
De esta manera el examen del líquido ascítico incluye análisis físico (color, densidad, aspecto), químico (proteínas), citológico (cualitativo, cuantitativo), específicos (uremia, creatinina, amilasa, bilirrubina) y cultivo.1
En el hemograma y perfil de bioquímica se debe considerar que:1
- Las transaminasas pueden elevarse por congestión pasiva en la insuficiencia cardíaca global, o cuando el hígado está afectado por neoplasias o trastornos graves en su estructura.
- El nivel de albumina.
- La uremia y la creatininemia, pueden elevarse en presencia de ruptura de vías urinarias con derrame de orina en la cavidad abdominal. Por el contrario, el nivel de uremia puede ser bajo si hay una disfunción hepática grave.
Tratamiento
Las ascitis se tratan sintomáticamente, debiendo ser aborada al mismo tiempo la causa principal de la afección.3
Por otra parte, la laparocentesis evacuatoria se puede llevar a cabo para mejorar el cuadro clínico o como paso previo de otras técnicas diagnósticas.1
Conclusiones
La ascitis es un signo clínico de fácil percepción y diagnóstico, cuya importancia no reside exclusivamente en su presencia, sino en la enfermedad subyacente que ha desencadenado esa liberación de contenido a la cavidad peritoneal. Encontrar la patología previa es el objetivo del profesional veterinario, así como la instauración de un protocolo terapéutico óptimo.