Artroscopia de codo en animales de compañía
Se puede realizar en cualquier tipo de articulación, pero principalmente se utiliza en el codo y en el hombro. En comparación con la artrotomía permite una recuperación más rápida y la obtención de imágenes de todo el procedimiento.
Por contra se trata de una técnica más compleja y por tanto de mayor dificultad que requiere una curva de aprendizaje mayor sólo al alcance de especialistas. Está indicada en diversas patologías traumatológicas, de manera relevante se utiliza en la displasia de codo.
La displasia de codo es una enfermedad poligénica, hereditaria y del desarrollo donde se observa una incisura anómala a nivel cubital que crea una incongruencia con la tróclea humeral. Esta deformidad se observa como en forma de fragmentación, fisura o erosión del cartílago de la articulación. Se inicia con la aparición de signos de artritis y evoluciona hasta la osteoartrosis. En razas predispuestas, cuando se halla una artrosis de codo bilateral se sospecha de una displasia de codo. La observación directa mediante artroscopia es la técnica con mayor sensibilidad y especificidad, pese a ello presenta limitaciones en aquellos casos en los que existen microfisuras subcondrales sin lesión del cartílago, puesto que estas no son visibles mediante artroscopia pero sí lo son en el TAC.
Por ello la artroscopia y el TAC son técnicas complementarias para el diagnóstico y tratamiento de las patologías de codo. Bajo el concepto de "displasia de codo" se incluyen diversas patologías:
- Proceso ancóneo no unido (NUPA): en este caso el diagnóstico se puede hacer mediante estudio radiológico. La artroscopia se realiza generalmente después de la intervención quirúrgica para evaluar si la separación entre el ancóneo y el cúbito se ha corregido y para realizar un estudio completo de la articulación.
- Fragmentación del proceso de coronoides medial (FPC): las presentaciones en este caso son muy variables, por lo que no se puede aplicar un tratamiento artroscópico igual en todos los casos. Se pueden evidenciar desde fragmentos de hueso fracturados hasta pequeñas fisuras o zonas de condromalacia en el cartílago y incluso lesiones en el hueso subcondral con presentación de un cartílago intacto. Por ello el tratamiento se diversifica en la extracción de fragmentos, la coroinoidectomía subtotal en caso de fisura o condromalacia y el legrado con el resanado del cartílago en casos de lesiones muy extensas del cartílago articular. Los tratamientos más novedosos son la aplicación de ácido hialurónico intraarticular y la infiltración de plasma rico en plaquetas o células madre.
- Osteocondritis disecante del cóndilo humeral (OCD): se procede a la extracción mediante artroscopia del colgajo y se realiza un fresado y resanado del hueso subcondral afectado hasta provocar el sangrado.
- Incongruencia articular: en este caso el diagnóstico se realiza mediante TAC. El tratamiento indicado es la osteotomía cubital aunque se puede realizar una artroscopia para valorar los daños secundarias provocados en el cartílago.
- Osificación incompleta del cóndilo humeral: la artroscopia se utiliza con fines diagnósticos y para valorar si es posible la colocación del tornillo intercondileo.
La patología articular limita la movilidad de la extremidad afectada y es un foco de dolor y molestia para el perro, por ello es importante detectar precozmente los problemas de salud articular y, en el caso de que haya un diagnóstico establecido, evaluar el seguimiento del tratamiento y su evolución. Para ello Affinity ha desarrollado el "Test de evaluación y control de cumplimiento" como una herramienta de trabajo útil para la monitorización de estos casos.