Uveítis gato
Las causas de la uveítis felina
La causa inicial de la uveítis en gatos es una lesión local en el tejido, que compromete la barrera hematoocular, aumentando su permeabilidad. La infiltración de leucocitos que liberan citoquinas y especies reactivas de oxígeno (ROS) producen la inflamación y un daño tisular a menudo irreversible.
La lesión inicial puede estar relacionada con:
- Factores externos: un trauma, una herida o una úlcera.
- Factores endógenos: una infección, parasitación o una neoplasia. En algunos casos puede deberse a una uveítis inducida por el cristalino (UIC), originado por el escape proteico en cataratas muy avanzadas. Finalmente, hay un pequeño porcentaje de casos debidos a causas idiopáticas.
Es frecuente la implicación de Toxoplasma gondii e infecciones víricas (Virus de la Leucemia Felina, Virus de la Inmunodeficiencia Felina y Virus de la Peritonitis Infecciosa Felina) y fúngicas en el desarrollo de la uveítis.
Es importante conocer la etiología de la uveítis felina, ya que el 70% de los casos se asocian a enfermedades sistémicas fatales de alta prevalencia que han de ser tratadas adecuadamente para aumentar las probabilidades de éxito terapéutico.
Síntomas de la uveítis felina
La disminución de la presión intraocular (PIO) es un indicador temprano de uveítis en gatos. Sin embargo, los síntomas más visibles de la uveítis felina son el blefaroespasmo, la fotofobia y el lagrimeo excesivo, siempre acompañados de dolor. El globo ocular se muestra retraído y el tercer párpado protruye a medida que evoluciona la condición. Aunque la constricción pupilar o miosis es un síntoma evidente, no está presente en todos los casos.
Tratamiento y pronóstico de la uveítis en gato
El tratamiento de la uveítis debe cubrir dos vías:
- Tratamiento específico para la enfermedad subyacente, si la hubiera.
- Tratamiento inespecífico para disminuir la inflamación, el dolor y las posibles secuelas.
En este último caso, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) pueden ser de ayuda, pero la base de tratamiento son los corticoides.
El tratamiento de elección dependerá de la presentación de la uveítis:
- Uveítis anterior: si no hay queratitis ulcerosa, se utilizan corticoides tópicos, como acetato de prednisona 1%, dexametasona 0,1% o fosfato sódico de betametasona 0,1%, aplicados 3-4 veces al día. Se puede aumentar la eficacia de estos fármacos aplicando corticoides de depósito de forma subconjuntival.
- Uveítis intermedia o posterior, o bien cuando la queratitis ulcerosa impide el uso tópico: en este caso, se administran corticoides sistémicos. Se puede optar por la prednisona oral, 1 mg por kilo de peso cada 12 horas y reducción gradual de la dosis los 5-14 días. O bien se puede optar por la dexametasona intramuscular, 0,1-0,5 mg por kilo de peso y día.
- Uveítis anterior grave y en procesos inmunomediados: se utilizan ambas formulaciones, tópica y sistémica.
No obstante, solo el 33% de los gatos responden favorablemente al tratamiento, en parte debido a que el uso de los fármacos disponibles tienen efectos colaterales que dificultan la resolución de la enfermedad. Los corticoides tienen efecto inmunosupresor, que agrava la enfermedad sistémica, mientras que los AINEs pueden retrasar la cicatrización y tienen efectos adversos para el gato.
La uveítis tiene un pronóstico desalentador, por lo que resulta más importante si cabe el diagnóstico precoz y el uso de una terapéutica apropiada.
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