Infección de orina en perros. Rentabilidad del cultivo bacteriano
La infección de orina en perros
Afecta aproximadamente a un 14% de los perros al menos una vez en la vida. Aun así, se calcula que aproximadamente el 80% de las infecciones se mantienen subclínicas.
Síntomas de la infección de orina en perros
Algunos de los síntomas más característicos de la cistitis en perros son:
-
Aumento de la frecuencia de las micciones, pero de menor volumen.
- Hematuria o presencia de sangre en la orina.
- Dolor al orinar, que puede traducirse en dificultad en la micción, quejidos y lloriqueos.
- Incontinencia.
- En ocasiones el animal orinará en lugares no habituales.
Si la cistitis se cronifica o aparece junto a otros signos clínicos, se deberá sospechar de enfermedades sistémicas relacionadas, como cálculos urinarios, carcinoma, diabetes mellitus o Cushing.
El tratamiento de la cistitis en perros
Además de la administración del antibiótico adecuado y de antiinflamatorios para controlar el dolor, es importante una correcta hidratación y alimentación del paciente canino. La orina frecuente, abundante y con un pH adecuado facilitará la limpieza de la uretra, dificultando la progresión de la infección hacia las vías urinarias altas.
Los alimentos especialmente formulados para el cuidado del tracto urinario facilitarán la recuperación, especialmente si la cistitis está asociada a la presencia de cristales de estruvita. Puedes conocer las características de fórmula Advance para el cuidado urinario
En caso que la cistitis esté asociada a enfermedad renal, urolitiasis por oxalato cálcito o cristales de cistina o urato, la alimentación renal Advance es la adecuada para el paciente.
Diagnóstico de infección urinaria
El diagnóstico de la infección de orina en perros se realiza mediante análisis de orina:
- Examen microscópico del sedimento de la orina para detectar presencia de células blancas y bacterias. Se puede realizar tinción de gram para facilitar el examen. No obstante, la dilución de la orina juega un importante papel en la calidad de estas muestras, por lo que muchos positivos pueden pasar desapercibidos.
- Tiras reactivas, que permiten detectar residuo proteico y sangre oculta.
- Urocultivo o cultivo de la orina para detectar el agente infeccioso.
Parte del diagnóstico también puede ser por imagen. La radiografía y la ecografía permitirán detectar la presencia de masas y cálculos, en caso que la cistitis no sea de origen infeccioso.
La muestra debe obtenerse preferentemente mediante cistocentesis o sondaje para evitar contaminaciones.
¿Es rentable el cultivo bacteriano para detectar infección de orina?
Con el objetivo de evaluar el valor diagnóstico de los cultivos de orina, se analizaron los resultados de 1264 cultivos de la base de datos de la Universidad California-Davis cuya densidad urinaria había resultado inferior o igual a 1,013 USG (siglas en inglés de urine specific gravity), y se compararon con los resultados obtenidos del examen de sedimento rutinario.
El análisis microscópico del sedimento mostró una sensibilidad diagnóstica del 58,5% y una especificidad del 98,3%. La exactitud diagnóstica de esta prueba resultó del 94,9%. Con estos resultados, los autores señalan que la relación coste/efectividad del cultivo de orina es baja, y por tanto puede no estar justificada en todos los casos.
No obstante, aproximadamente un 40% de los casos son infecciones por agentes poco frecuentes. El cultivo de la orina cobra especial sentido en las cistitis crónicas, dado que la identificación del agente patógeno, acompañada de un antibiograma, permitirán prescribir el antibiótico más adecuado al perro con infección de orina.