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    Criptococosis

    ETIOLOGÍA: Es una micosis sistémica causada por la infección por Cryptococcus neoformans, levadura saprófita de distribución mundial. La entrada se produce por vía respiratoria desde donde puede diseminarse al resto del organismo frecuentemente en asociación con enfermedades inmunosupresoras subyacentes o tratamientos con fármacos inmunosupresores. En la especia felina, en la cual es más frecuente, hay una alta asociación entre la presentación de criptococosis y la presencia de un síndrome de inmunodeficiencia adquirida por Retrovirus (FeLV o VIF). Normalmente provoca una infección de la cavidad nasal y senos nasales, lesiones cutáneas granulomatosas y menos frecuentemente diseminación al SNC provocando una meningoencefalitis y lesiones oculares (corioretinitis, desprendimiento de retina, neuritis óptica y uveitis anterior). En los perros se presenta principalmente en perros de razas grandes aunque hay especial predisposición en el Cocker americano. La afectación más frecuente es a nivel del SNC, ocular y en menor medida hay afectación cutánea.

    PRONÓSTICO: El pronóstico ha mejorado recientemente desde la utilización de los derivados imidazólicos especialmente el itraconazol en las afectaciones cutáneas y nasales. El pronóstico es grave en las afectaciones del SNC. Debe considerarse siempre la posibilidad en los gatos de infecciones subyacentes por Retrovirus con pronóstico fatal.

    SÍNTOMAS: CRIPTOCOCOSIS FELINA: Estornudos, estertores, descarga nasal crónica serosa, seropurulenta y hemorrágica. Deformidad de los huesos del tabique nasal. Lesiones nodulares y fistulosas. Linfadenopatía regional. Depresión, ceguera, ataxia, torneo, paresia, parálisis y convulsiones si está afectado el SNC. Es posible que hayan signos sistémicos como fiebre, adelgazamiento y anorexia. En los pocos casos de diseminación sistémica puede afectar a diversos órganos y provocar osteomielitis, IR y neumonía con signos clínicos asociados.

    CRIPTOCOCOSIS CANINA: Signos neurológicos y oculares similares a los del gato, pero predomina el síndrome vestibular, cabeza inclinada, nistagmus y alteraciones de la marcha.

    TRATAMIENTO: Administración de derivados imidazólicos, habitualmente [ketokonazol] según la gravedad de la infección. Actualmente los derivados de elección por su mayor potencia y disminución de efectos secundarios son [itraconazol] y el [fluconazol]. La duración del tratamiento varía en función de la respuesta pero es mejor tratar de continuar con el tratamiento al menos 2 meses después de la resolución de los signos clínicos. En lesiones cutáneas solitarias puede recurrirse a la cirugía y posterior administración de itraconazol.