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    Artritis en perros: tratamiento farmacológico de la osteoartritis

    La enfermedad articular degenerativa (EAD) u osteoartritis (OA) es una de las causas más frecuentes de artritis en perros.

    Introducción

    La OA es una enfermedad crónica, dolorosa, de etiología multifactorial y carácter degenerativo e inflamatorio que afecta a distintos componentes de las articulaciones sinoviales.1,2

    Se trata de una enfermedad muy frecuente en el perro, habiéndose estimado que el 20% de la población > 1 año y el 90% > 5 años la padece con distintos grados de severidad.2,3 Actualmente la OA canina se considera una enfermedad incurable;4 por lo tanto, se debe aceptar que el tratamiento irá dirigido a mejorar la calidad de vida del animal y será para siempre.2

    Guía Osteoartritis canina: herramientas de prevención y tratamiento

    Uno de los objetivos más importantes del manejo de la OA es el control del dolor, que en esta enfermedad es consecuencia de la interacción entre mecanismos centrales y periféricos, de modo que en un paciente puede haber diferentes grados de dolor nociceptivo, inflamatorio y neuropático.1 Por lo tanto, es lógico pensar que la terapia multimodal será la que ofrecerá mejores resultados.

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    Tratamiento de la artritis en perros con enfermedad articular degenerativa

    Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

    Durante muchos años han sido el tratamiento de primera elección de la artritis en perros, estando su eficacia está bien documentada.

    • Los AINEs “convencionales” (carprofeno, cimicoxib, enflicoxib, firocoxib, mavacoxib, meloxicam y robenacoxib) ejercen su efecto analgésico a través de una acción más o menos selectiva sobre las isoenzimas de la ciclooxigenasa (COX). No se dispone de datos objetivos que demuestren mayor eficacia o menor porcentaje de efectos adversos entre ellos.1
    • Los “priprants”, representados en veterinaria por el grapiprant son una nueva clase de AINEs cuya acción es debida a su efecto antagonista de los receptores EP4 de la prostaglandina E2. Teóricamente esto reduciría los efectos adversos relacionados con la inhibición de la COX. Actualmente no está bien establecido si el grapiprant es más eficaz que otros AINEs en el control del dolor en la EAD.1

    Otros tratamientos alternativos

    • Aunque su uso como monoterapia ya no se recomienda, el paracetamol se empleó en el tratamiento de la OA en personas. En Reino Unido existe una presentación de paracetamol/codeína, registrada para el control del dolor de origen traumático en el perro, y que puede administrarse durante un máximo de 5 días. Se desconoce si en el perro la codeína aumenta la eficacia analgésica del paracetamol. Igualmente, tampoco existen muchas evidencias sobre el uso de otros opiáceos en la OA canina.1
    • El bedinvetmab es un anticuerpo monoclonal canino de comercialización reciente, cuya eficacia analgésica deriva de su capacidad para unirse al factor de crecimiento nervioso, clave en la generación del dolor en la EAD.5 En personas se ha descrito una rápida progresión de la osteoartritis cuando se usaba junto con AINEs. Aunque estos efectos no se han descrito en veterinaria, el uso combinado de estos fármacos no puede recomendarse en estos momentos.1
    • Los glucocorticoides, en base a su efecto antiinflamatorio, podrían tener un cierto papel en la terapia de la OA en perros, teniendo además la ventaja de poder ser administrados por distintas vías, incluyendo la intraarticular. Sin embargo, sus contraindicaciones y efectos secundarios a largo plazo hacen que su uso sea cuestionable.1
    • En base a sus efectos sobre el dolor neuropático, los gabapentinoides (gabapentina o pregabalina) y los antagonistas de los receptores de la N-metil-D-aspartato (amantadina y memantina) podrían resultar beneficiosos en el control del dolor en la artritis en perros. En cualquier caso, las evidencias disponibles son todavía escasas.1
    • El uso de cannabinoides como analgésicos en pacientes con dolor crónico se ha venido popularizando en los últimos años. Los estudios realizados hasta la fecha en perros con EAD han mostrado cierta discrepancia en los resultados. Mientras algunos han reportado una reducción de los signos clínicos en otros no se han reportado eficacia alguna.1,6
    • Desde hace bastante tiempo se han venido utilizando una serie de sustancias con efecto condroprotector en el manejo de perros con OA (pentosán polisulfato, condroitín sulfato, glucosamina o ácido hialurónico, entre otras), con la idea de que podrían retrasar la evolución o reparar las lesiones articulares. Aunque en estos momentos no hay datos de estudios in vivo que demuestren que esto es así, sí se dispone de evidencias que indican que algunos de estos productos pueden tener eficacia clínica en el manejo de la OA, si bien éstas pueden no ser todo lo robustas que sería deseable.1,2 
    • Otras opciones de tratamiento que podrían resultar beneficiosas, pero sobre las que son necesarios más estudios, con un diseño adecuado y en grupos grandes de pacientes, incluyen la aplicación de plasma rico en plaquetas y el tratamiento con células madre mesenquimales.1,7

    Conclusiones

    La OA es una enfermedad que los veterinarios clínicos debemos tratar con mucha frecuencia. En estos casos es importante explicar a los propietarios que no vamos a poder curar al paciente, si no que el objetivo del tratamiento será ofrecer una calidad de vida adecuada durante el máximo tiempo posible. La selección del protocolo de tratamiento, que probablemente combinará más de un producto, dependerá de la eficacia de cada fármaco en ese paciente en concreto, pero también de la colaboración del propietario. De nada sirve que sepamos que un fármaco es eficaz si no es posible administrarlo correctamente.   La combinación de sustancias en la alimentación dietética como la dieta ADVANCE ARTICULAR  es una opción a considerar para asegurar un aporte diario de micronutrientes que actúan en hueso, tejido cartilaginoso y líquido articular.  

    CR Articular perros

    Bibliografía
    1.     Pye C, Bruniges N, Peffers M, et al. (2022). Advances in the pharmaceutical treatment options for canine osteoarthritis. J Small Anim Pract. Online ahead of print.
    2.     Comblain F, Serisier S, Barthelemy N, et al. (2016). Review of dietary supplements for the management of osteoarthritis in dogs in studies from 2004 to 2014. J Vet Pharmacol Ther; 39: 1-15.
    3.     Johnson KA, Lee AH, Swanson KS. (2020). Nutrition and nutraceuticals in the changing management of osteoarthritis for dogs and cats. J Am Vet Med Assoc ;256: 1335-1341.
    4.     Enomoto M, Baines EA, Roe SC, et al. (2021).  Defining the rate of, and factors influencing, radiographic progression of osteoarthritis of the canine hip joint. Vet Rec; 189: e516.
    5.     Corral MJ, Moyaert H, Fernandes T, et al. A prospective, randomized, blinded, placebo-controlled multisite clinical study of bedinvetmab, a canine monoclonal antibody targeting nerve growth factor, in dogs with osteoarthritis. Vet Anaesth Analg; 48: 943-955.
    6.     Mejia S, Duerr FM, Griffenhagen G, et al. (2021). Evaluation of the effect of cannabidiol on naturally occurring osteoarthritis-associated pain: a pilot study in dogs. J Am Anim Hosp Assoc; 57: 81-90.
    7.     Alves JC, Santos A, Jorge P. (2021). Platelet-rich plasma therapy in dogs with bilateral hip osteoarthritis. BMC Vet Res; 17: 207.